El nuevo Cadillac de Barack Obama es una evolución del DTS Presidential Limousine que debutó en 2004 durante la presidencia de George W. Bush. A pesar de que exteriormente conserva varias de las características de la marca, como la parrilla o lo grupos ópticos del CTS, a penas se conocen detalles de la tecnología empleada en el vehículo. Sí se sabe, por el contrario, que monta lo más parecido al Despacho Oval en el habitáculo, o que la bandera presidencial del capó estará iluminada con luces de tecnología LED por la noche.
Desde 1993, coincidiendo con el mandato de Bill Clinton, las limusinas utilizadas por los presidentes norteamericanos dejaron de ser adaptaciones de modelos de serie para convertirse en prototipos únicos, elaborados por un grupo de expertos bajo el más absoluto secretismo.Los presidentes de Estados Unidos han optado por Cadillac desde los albores del automóvil, pasando por encima de tendencias políticas y momentos históricos. Woordrow Wilson inició una larga tradición presidencial a la que se sumaron los gabinetes John F. Kennedy, Lindon B. Johnson o Ronald Reagan. Dwight Eisenhower, conocido amante de los automóviles, rodó con uno de los primeros Cadillac Eldorado producidos durante su toma de posesión.