Mégane Renault Sport: rompiendo esquemas

Ginebra (Suiza).- El fabricante francés ha convertido en una tradición su línea Renault Sport, apelativo que reciben sus modelos más radicales. Por eso, en cuanto se presentó su carrocería coupé, una de las preguntas que los responsables de la Régie tuvieron que responder fue la de para cuándo la versión extrema.

Pues ya está aquí. Las primeras imágenes dan fe de que se han esmerado para conseguir una estética muy radical, con luces diurnas de LED integradas en el paragolpes delantero, llantas de aluminio de 18″ y difusor trasero que enmarca la doble salida de escape central. También el habitáculo deja claras las intenciones de este modelo, con unos asientos y volante deportivos, pedales de aluminio y un cuentarrevoluciones con testigo de cambio de marcha.

Estos detalles cobran todo su sentido cuando uno lee las cifras oficiales anunciadas: 250 CV a 5.500 rpm suministrados por un motor 2.0 litros con un turbocompresor twin-scroll, que entrega asimismo 340 Nm de par a 3.000 rpm. Esta mecánica deriva directamente de la utilizada por su antecesor, el Mégane R26.R, al que se han realizado una serie de modificaciones que mejoran su potencia (ha ganado 20 CV) y permiten que disponga del 80% del par desde las 1.900 rpm. El nuevo Mégane transmite este poderío al suelo mediante una caja de cambios manual de 6 velocidades.

Para controlar semejante potencial se ha recurrido al esquema de suspensiones de la anterior generación. Delante cuenta con el sistema de pivote desacoplado, que independiza las funciones de suspensión y dirección. Ésta, con asistencia eléctrica, tiene una gestión específica, más deportiva que la del resto de la gama. Renault ofrece, además, dos configuraciones de chasis: el Sport y el Cup, el cual incorpora un diferencial autoblocante. Ambos contarán con control de estabilidad de serie totalmente desconectable.

Si el anterior Mégane Renault Sport destacaba, entre otros aspectos, por su relación entre potencia y agilidad, es de esperar que sus rivales, como el Ford Focus ST, el Opel Astra OPC, el Seat León Cupra o el nuevo Mazda 3 MPS, tendrán que sudar tinta si quieren mantenerse a la altura de la nueva generación del rabioso compacto francés.