Equipo de pruebas de Cochesafondo.com
El Alfa Romeo MiTo 1.4 Turbo y el Mini Clubman Cooper S son dos de los pequeños utilitarios más lujosos y deportivos del mercado. Con ellos, cuando vayamos a por los niños al colegio a las 5 de la tarde desearemos que éste se encuentre en lo alto del Col du Turini.
El primer Mini de cinco puertas de la historia se mantiene como una referencia de comportamiento en su segmento. Se presenta a la comparativa con un cambio automático y la variante S con el motor de cuatro cilindros y turbo de 175 CV.
En cuanto a mecánica, éste es el último eslabón antes del John Cooper Works, con diferencial electrónico y 211 CV a las ruedas
delanteras. Su interior rompe con la clásica sobriedad alemana (no olvidemos que BMW es la que está detrás de este «british») y está lleno de particulares soluciones como el enorme velocímetro en el centro del salpicadero, que evocan el estilo del Mini original diseñado por Sir Alec Issigonis.
Por otro lado nos encontramos con el Alfa Romeo Mito 1.4 Turbo Distinctive. El utilitario italiano eleva hasta el máximo exponente la línea exterior que ha hecho resurgir la marca de Milán, siguiendo la estela del embriagador Alfa Romeo 8C Competizione. La versión con turbo para el propulsor de gasolina de 1.4 litros y 155 CV representa el tope de gama del modelo hasta que llegue la esperada variante GTA con 240 CV. En su interior, detallitos a mansalva delatan su origen italiano.
Se trata de dos motores apretados hasta el límite de la fiabilidad gracias al aporte del turbo. El propulsor seleccionado por el fabricante alemán tiene una cilindrada de 1.598 cc y una potencia 175 CV a 5.500 rpm. El del Mito es un 1.4 que entrega sus 155 CV al mismo régimen.
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La diferencia de 20 CV hace del Mini un coche mucho más agresivo que no tiene problemas para superar al Alfa en aceleraciones puras. Otra de las grandes virtudes que presenta su mecánica es el placentero sonido de turbo en descargas, que si bien no aporta nada a la conducción, siempre supone una alegría.
Donde el vehículo italiano se puede defender con más facilidad es a medio régimen. No sólo porque el par esté más igualado, 230 Nm a 3.000 rpm del Alfa por 240 Nm entre 1.600 rpm y 5.000 rpm del Clubman, sino porque la caja de cambios automática que tiene el Mini es una incógnita permanente y te obliga a jugar de forma continua con el pedal del gas para evitar el subviraje.
En cuanto a consumos, la alegría con el acelerador en su hábitat natural, las carreteras reviradas, suele pagarse con cifras que se encaraman por encima de los 10 l/100 km, aunque en un uso diario el Mini declara unos consumos oficiales algo por encima de los del MiTo.
Son como el cielo y la tierra. Los dos coches están pensados para circular por carreteras de montaña, pero cada uno a su manera. El Mini es un coche que va sobre raíles, pero con una caja de cambios inadecuada que se inmiscuye demasiado entre los deseos del conductor y el comportamiento del vehículo. El Alfa, elegancia italiana con un eje delantero nervioso que le permite saltar de curva cerrada en curva cerrada con gran soltura.
El coche germano-británico requiere de una forma de conducción en curvas lentas y otra muy diferente en medias y rápidas. En una carretera ratonera, las frenadas se pueden apurar hasta el límite, puesto que la potencia es de frenado es sorprendente. El contrapunto a esta actitud es que no podremos acelerar hasta que tengamos el coche perfectamente cuadrado, ya que el gran empuje del motor hace que se pierda tracción con facilidad y se
pueda terminar besando el guardaraíl. En curvas medias y rápidas es otro cantar. Se pueden pasar increíblemente rápido, el coche se muestra asentado y siempre pide un poco más.
El Alfa Romeo es todo lo contrario. Con un tren delantero nervioso hasta el límite, las curvas lentas son su hábitat natural. El diferencial electrónico Q2 tiene mucho que ver en ello, ya que al pisar el gas nos mete hacia el vértice con una
mala leche que da gusto. El coche entra con facilidad y el tren trasero te acompaña con toda la nobleza que se le puede pedir a un eje semiindependiente. Por el contrario, todas estas virtudes que lo hacen tan bueno en curvas lentas, obligan a prestar mucha atención cuando tratas de trazar las curvas más rápidas.
Las suspensiones de ambos son maravillosamente duras. En ambos casos, los cambios de dirección son una acción rápida y precisa para ser degustada durante el tiempo disponible antes de la siguiente curva.
Ambos son de lo más completo en el segmento. Cuentan con una gran cantidad de detalles que les dan un toque de exclusividad, acorde con el precio sustancial que hay que pagar por ellos.
Al contrario de lo que podría parecer por sus orígenes, el Alfa Romeo MiTo posee un interior de aspecto más sobrio que el del Mini. El habitáculo del coche británico cuenta con infinidad de detalles y soluciones que rompen con casi todo lo disponible actualmente en el mercado, siempre con buenos acabados. El MiTo parte de un planteamiento más convencional, con todos los mandos y dispositivos en el lugar habitual, aunque decididamente lleno de minimalismo y detalles de diseño.
Si bien en el habitáculo de los dos coches nos encontramos con un espacio parecido para conductor y ocupantes y los maleteros disponen de capacidades similares, la ergonomía del Mini Clubman supera claramente la del italiano. Mientras que el acceso a las plazas traseras en el MiTo exige las clásicas maniobras felinas de los coches pequeños, en el Mini se ha optado por colocar un portón de apertura asimétrica junto a la puerta del acompañante que resuelve casi totalmente el problema.
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Algo parecido pasa con el maletero: el del MiTo tiene 270 litros de capacidad, 10 más que el Mini, pero en cambio posee una boca de carga muy elevada y estrecha. En el modelo alemán se ha optado por dos portones de apertura lateral y una boca de carga muy baja y completamente plana que facilita enormemente las operaciones con bultos de tamaño y peso considerable.
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Los dos novedosos GTI montan un equipamiento de seguridad parecido, con control de estabilidad de serie, seis airbags, control de tracción, faros de xenón y la última tecnología en estructuras deformables.
Como conclusión, decir que los sistemas de control de audio que equipan son bastante completos pero poco intuitivos y con gran facilidad para llegar a un punto que requiera como solución apagarlos y tener que volver a empezar.
Nos encontramos ante dos coches aptos para llevar la sonrisa pegada en la cara al subirte en ellos cada mañana. En ambos casos, su precio es de los más elevados del segmento: 26.260 € la unidad probada del MiTo y 31.829 € la del Mini Clubman. Pero ¿cuánto cuestan dos curvas enlazadas izquierda-derecha con acogedoras y practicables cunetas a los dos lados? Difícil ponerles precio…
Si lo tuyo son los trazados ratoneros y te gusta descubrir una sensación nueva detrás de cada curva, te recomiendamos que sigas la estela del agresivo italiano. Si, por el contrario, prefieres disfrutar del aire entre retro y señorial combinado con una actitud de coche grande que ofrece el Mini, apostar por él te aportará el premio que estás buscando, aunque te lo hará pagar a un precio más alto.