©Cochesafondo
Desde que se creó hasta hoy, muchas han sido las visicitudes que ha vivido la trayectoria del smart fortwo.
El concepto original de este biplaza permanece invariado, con una estructura prácticamente blindada, a la que llaman célula Tridion, que otorga una gran seguridad a sus ocupantes.
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El Smart, sin embargo, ha tenido que adaptarse a los tiempos ante la llegada de rivales como el Toyota
iQ. Por ejemplo,
cuenta con una versión microhídrida, el mhd, en el que el alternador es reversible y hace las veces de motor de arranque. Este sistema ejerce de «Start&Stop», de modo que el motor se detiene en los semáforos y vuelve a arrancar automáticamente cuando se va a iniciar la marcha.
En contraste con esta variante de bajo consumo, se encuentran las preparaciones de Brabus, que no se limitan a detalles de acabado, sino que potencian su mecánica hasta los 98 CV.
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En cualquier caso, lo más habitual será ver circular por las calles los motores más convencionales. Los tres gasolina, desarrollados en colaboración con Mitsubishi, son tricilíndricos y cubican un 1 litro. Alcanzan 61 y 71 CV en el caso de los atmosféricos, mientras que el turbo llega hasta los 84 CV. La velocidad máxima ahora llega hasta los 145 km/h. El diésel, por su parte, eroga 45 CV y emite 90 g/km de CO2, lo que le convierte, según
la marca perteneciente a Mercedes-Benz, en el menos contaminante del mundo. Todos los motores van conectados a una caja de cambios secuencial de 6 velocidades.
Los niveles de acabado mantienen la nomenclatura conocida: pure, pulse y passion, además del Brabus. De la misma forma, sus equipamientos seguirán la tónica de ofrecer más de lo esperado en un coche de su tamaño, como es el ESP, cierre centralizado con mando a distancia, etc. La lista de opciones, sin embargo, permite un alto grado de personalización, con elementos como asientos calefactables, llantas de aleación, tapicería de cuero, entre otros muchos.
Todo ello, sin olvidar las coquetas versiones con carrocería cabrio.
