Mercedes-Benz ha elegido a su modelo de mayor empaque para poner en circulación su primer automóvil de serie impulsado por un motor de combustión y otro eléctrico. El Clase S 400 HYBRID parte del motor V6 de gasolina del S 350, aunque se ha mejorado para conseguir un aumento de potencia, que deja atrás los 272 CV del original para alcanzar los 279 CV.
El paso importante, sin embargo, lo aporta el motor eléctrico, alimentado por baterías de ion-litio. Gracias a la actuación conjunta de ambos propulsores la potencia combinada llega hasta los 299 CV, mientras que el par máximo es de 385 Nm. Las prestaciones, como es de suponer, alcanzan un buen nivel, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos y una velocidad máxima en torno a los 250 km/h.
La intención de Mercedes a la hora de desarrollar esta simbiosis entre ambos propulsores, sin embargo, no es sólo la búsqueda de una mayor potencia. Antes al contrario, el interés de la firma de la estrella era lograr reducir el consumo al mínimo, y una cifra
homologada de 7,9 l/100 km, 8,1 l/100 km en la versión con carrocería larga (un 21% menos que el S 350), demuestra que los técnicos de Stuttgart han logrado su objetivo.Las emisiones de 186 gr de CO2 por kilómetro recorrido (188 gr CO2/km en el S 400 HYBRID largo) van en el mismo sentido.
Estos valores se han logrado, por otra parte, gracias a la interacción de la tecnología híbrida con otros sistemas como el ECO start/stop, que para el motor automáticamente en las detenciones y lo vuelve a arrancar cuando se va a reiniciar la marcha, o bien la recuperación de la energía cinética en las deceleraciones, convertida en electricidad y acumulada en la compacta batería de ion-litio, para ser entregada en los momentos de que se requiere, por ejemplo en las aceleraciones.
Los precios de las versiones más respetuosas con el medio ambiente de la Clase S van desde los 91.200 € del modelo con carrocería corta hasta los 99.400 € de la carrocería larga.