El modelo destinado a sustituir el F430 se beneficia como es habitual de la experiencia de Ferrari en la Fórmula 1, pero no sólo eso: el campeón de Fórmula 1 Michael Schumacher ha estado implicado en su desarrollo desde las primeras fases del proyecto. La experiencia de la Fórmula 1 es particularmente evidente en la precisión y rapidez con que el coche responde a las órdenes del conductor y en el esfuerzo realizado por reducir la fricción interna del motor para rebajar las cifras de consumo del F430, a pesar de que la cilindrada y la potencia del nuevo V8 son netamente superiores.
El nuevo V8 de 4.499 cc es el primer motor de inyección directa montado en posición central trasera. Entrega 570 CV a 9.000 rpm, 127 CV por litro que suponen un nuevo hito no sólo en la historia de Ferrari, sino en todo el segmento de los superdeportivos. El par máximo de 540 Nm se obtiene a 6.000 rpm, aunque el 80% ya está disponible desde las 3.250 rpm. El motor va asociado a un nuevo cambio de doble embrague y siete velocidades desarrollado específicamente para las curvas de par y potencia del V8.
El salto adelante del 458 Italia se produce también en la reducción de emisiones. A pesar del hecho que el nuevo V8 es 80 CV más potente que su predecesor, genera 320 gr/km de CO2 -por unos 360 gr del V8 montado en el F430- y consume 13,7 l/100 km en ciclo combinado, unas cifras más que razonables en el segmento.
Los ingenieros de Ferrari también se han centrado en reducir el peso del vehículo desde las fases iniciales de desarrollo para contribuir a una reducción del consumo. El 458 Italia detiene la báscula en 1.380 kg, con el 58% del peso al eje trasero. Como cabía esperar, las prestaciones puras del 458 Italia son superlativas: aceleración de 0 a 100 km/h en poco menos de 3,4 segundos y una velocidad máxima superior a los 325 km/h.El chasis de aluminio incorpora innovaciones de la industria aeroespacial y nuevas técnicas de soldadura. La gestión integrada de los diferenciales electrónicos y del cambio F1 ha permitido incrementar nada menos que un 32% la capacidad de aceleración longitudinal en la salida de las curvas respecto a modelos anteriores. La misma centralita que integra los dos sistemas controla el ABS, que combinado con el nuevo sistema de frenos consiguen detener el vehículo desde los 100 km/h en unos irrisorios 32,5 metros.