Si la filosofía DS ya ha mostrado el nuevo rumbo que está tomando la marca del doble chevron con pruebas palpables como el DS3, de próxima comercialización, en el Salón del Automóvil de Frankfurt la atención quedará dividida entre este polivalente con acabados de lujo y un inesperado prototipo.
De pequeño tamaño, vendría a colocarse por debajo del mismo DS3, aunque el diseño de su carrocería cuenta con una personalidad propia que le separa de los trazos conocidos hasta ahora.
En su silueta destacan las formas curvilíneas y fluidas, de clara inspiración 2CV, con un perfil en el que sobresale una línea que enlaza con elegancia la base de la puerta con la ventanilla trasera.
Sus rasgos atrevidos combinan, asimismo, la modernidad con un aire clásico que recuerda a los ejercicios llevados a cabo con éxito por BMW con el Mini y por Fiat con el 500.