Salón del Automóvil de Frankfurt: Volkswagen Golf R

Redacción (Frankfurt).- Volkswagen ya anunció una versión R para el Scirocco con motor de 2.0 litros y 265 CV, pero era evidente que todavía se estaba guardando algo para el sucesor del R32, el nuevo Golf R, que debuta en el Salón del Automóvil de Frankfurt.

El Golf R es la prueba palpable de las virtudes del denominado downsizing: supera a los 250 CV del Golf R32 nada menos que en 20 CV con una reducción del consumo de combustible del 21%. El motor tetracilíndrico TSI de 2.0 litros, inyección directa y sobrealimentación con turbo y compresor sustituye a los seis cilindros y 3.2 litros de su predecesor para entregar 270 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 350 Nm entre 2.500 y 5.000 rpm, por 320 Nm del R32.

Pero el nuevo Golf R no es sólo un alarde de potencia. Volkswagen ha intentado demostrar que es posible mejorar las capacidades dinámicas del modelo y a su vez reducir sustancialmente el consumo de combustible. Gracias al motor TSI, el nuevo Golf R consume 2,2 litros menos que el R32 en ciclo combinado -8,5 l/100 km- y mejora en prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y 25,4 segundos para completar el kilómetro desde parado.

Todas estas cifras mejoran levemente si se monta el cambio opcional DSG, con 5,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y una ligera reducción de los consumos.

El motor transmite la potencia a las cuatro ruedas a través de la nueva generación del sistema de tracción total 4Motion, que se ofrece de serie. Una de las mejoras más importantes se han introducido en el embrague multidisco sumergido en aceite, que no necesita disponer de una diferencia de par entre los dos ejes para activar la tracción total.

El establecimiento de la presión se produce a través de una bomba eléctrica que alimenta con aceite al acumulador de presión. Una unidad de control se encarga de calcular el momento de propulsión ideal para el eje trasero y regula la presión de aceite. A diferencia de la anterior generación de 4Motion, el sistema opera independientemente del deslizamiento, y en caso extremo puede transmitir el 100% del par al eje trasero.

El sistema de control de estabilidad ESP también ha sufrido modificaciones, y ahora cuenta con un modo deportivo que retarda su entrada en funcionamiento.