Las cualidades dinámicas que se le suponen a su agresiva silueta quedan corroboradas por las cifras anunciadas: motor 2.0 TSI y 265 CV de puro nervio.
Un centro de gravedad más bajo y unas vías especialmente anchas deberían servir para compensar la pequeña diferencia de potencia, respecto al Golf R, presentado en Frankfurt con 270 CV.