El estilo de Pininfarina está claramente presente en su carrocería, igualmente atractiva en su estado natural, a cielo abierto, que con la capota de lona puesta.
Comparte configuración mecánica con su hermano de carrocería cerrada, el GranTurismo S Automático, de modo que monta bajo el vano motor un V8 de 4.7 litros de capacidad que eroga 440 CV a 7.000 rpm y un par máximo de 490 Nm a 4.750 rpm.
Asociado a este propulsor, el cambio por convertidor de par ZF 6HP26 de seis velocidades (el mismo que utiliza el Bentley Continental) envía la potencia al eje trasero, que cuenta con un diferencial autoblocante asimétrico, tarado al 25% en aceleración y al 45% en retención.
El chasis deriva directamente del utilizado en el Quattroporte, la berlina de la marca, pero se le ha reducido la batalla hasta dejarla en 2.942 mm, lo que contribuye a mejorar la agilidad de este convertible.