Su silueta de formas curvilíneas podrá verse por vez primera en el Salón del Automóvil de Ginebra, y rompe radicalmente con los productos conocidos hasta ahora de la firma japonesa, especialmente en lo que se refiere al frontal.
Aunque abandona las formas tan características de su antecesor, mantiene una silueta dinámicas y juveniles. El portón trasero adopta algunos de los rasgos de la gama actual, como por ejemplo el Tiida, del que toma la forma inferior de la luneta o la manera como
se ha diseñado el paragolpes para permitir que el acceso al maletero sea muy bajo.Por otro lado, la marca ha tenido muy en cuenta en su desarrollo la aplicación de tecnologías que mejoren la eficiencia para reducir al máximo los consumos y la emisión de sustancias contaminantes.