Este registro, conseguido en el primero de dos intentos, supone un nuevo récord en la particular lucha por construir el automóvil de producción más rápido del mundo, que hace dos años había establecido el Shelby Aero TT en 412 km/h.
Para conseguir este resultado, Tony Keating, fundador de la empresa, ha instalado un motor V8 de origen General Motors, cuyos 7 litros de capacidad con doble sobrealimentación entregan la brutal cifra de 1.973 CV.
Colocado en posición central, una caja de cambios de 5 velocidades se encarga de enviar la fuerza de este propulsor a las ruedas traseras.
Para homologar este resultado y que conste en el Libro Guinness de los récords, el Keating TKR volverá a Estados Unidos, donde repetirá la prueba que lo convierta en el rey indiscutible de la velocidad, de momento.