La capacidad del maletero, que con los asientos plegados puede alcanzar los 238 litros, es otro de las sorpresas de este pequeño japonés de estructura especialmente resistente. Por si ello no fuera suficiente, los ingenieros de Toyota se las han ingeniado para ubicar hasta nueve airbags en el habitáculo, que actúan cuando el control de estabilidad VSC no ha bastado para prevenir una colisión.
En cuanto a los motores, el catálogo del Toyota iQ cuenta, de momento, con dos posibilidades: el 1.0 VVT-i y el 1.33 VVT-i Dual. El primero, a pesar de su contenida cilindrada, desarrolla una potencia de 68 CV y cuenta con distribución variable inteligente. Su elevado rendimiento le ha hecho valedor del premio al Mejor Motor del Mundo 2009 en su categoría.
Ambos llevan acoplado un cambio manual de 6 velocidades, aunque el 1.0 puede solicitarse con el automático de variador continuo MultiDrive.
La posibilidad de equiparlo con componentes de seguridad y confort propios de categorías superiores también juega a favor de este urbanita, que según nivel de acabado puede incluir de serie faros antiniebla, sensor de lluvia, climatizador automático, etc.