Una configuración como ésta da sentido al nombre elegido para este modelo, porque una «beachcomber» no es otra cosa que una ola alta con cresta que barre una playa. Los surferos están de enhorabuena.
Y no sólo por la tecnología aplicada al prototipo, que incluye una gama de motores turbocomprimidos, sino porque el habitáculo ha sido claramente concebido para solventar las necesidades específicas de este tipo de usuario.
La ausencia de rueda de repuesto, por ejemplo, gracias al uso de neumáticos runflat, permite disponer de un mayor espacio útil donde alojar las «herramientas» de ocio, como toallas, colchonetas y lo que se tercie.La practicidad no se ha olvidado, ya que se han diseñado tanto un techo de lona y un hardtop para protegerse de las inclemencias del tiempo, si se quiere.
Pero, volviendo al ocio, que no en vano es la auténtica razón de ser de este coche concepto, en el Mini Beachcomber Concept se ha repetido la idea presentada en el Mini Crossover, el Carril Central.Consiste en una pieza que recorre la longitud del coche desde la consola central hasta los asientos traseros, de manera que conecta las cuatro plazas, ofrece huecos portaobjetos y cuenta con conexiones para conectar dispositivos portátiles, como móviles o reproductores de MP3.