Toda esta tremenda fuerza se transfiere a las ruedas traseras a través de una transmisión automática de cinco velocidades convenientemente reforzada y un diferencial de deslizamiento limitado.
Las prestaciones del GLK V12 del preparador alemán, que han exigido importantes mejoras en cuanto a aerodinámica, suspensiones y frenos, no sólo lo convierten en el SUV más rápido del mundo. También es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y alcanzar los 200 km/h en 12,8 segundos.
Para alcanzar tales velocidades con un mínimo de seguridad, el Brabus GLK V12 monta neumáticos de 295/25 delante y detrás en unas enormes llantas de 22 pulgadas. Los frenos no se han quedado atrás: discos de 380 mm delante con pinzas de 12 pistones y 360 mm detrás con pinzas de seis pistones.El precio del exclusivo SUV se sitúa en los 397.000 €.