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Barcelona.- Siete años y dos generaciones después de sorprender al mercado japonés con el Cube, Nissan ha convertido este auténtico
superventas doméstico en un modelo global.
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Exhibido por primera vez fuera de Japón en el Salón de Los Ángeles en 2008 y visto por primera vez en Europa en el Salón de Ginebra de 2009, el nuevo Cube será
el primero en venderse fuera de su mercado local y el primero disponible tanto con el volante a la derecha como a la izquierda, algo que tiene mayores implicaciones de lo que podría parecer si tenemos en cuenta que posee una carrocería asimétrica.
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Partiendo de la plataforma B de Nissan, la del Note, la nueva generación del Cube
ha ganado 170 mm de distancia entre ejes respecto a su predecesor (hasta los 2,53 metros) y 250 mm de longitud (3,98 metros). Además mide 1,67 metros de alto y 1,69 metros de ancho, lo que supone unos incrementos de 54 y 85mm respectivamente. Todo ello se traduce en una mayor calidad de rodadura y una mejora del espacio interior.
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El Cube fue
creado para añadir diversión a la funcionalidad. Pese a tratarse de un coche de menos de cuatro metros, la carrocería cuadrada proporciona un espacio interior muy amplio. El diseño asimétrico de los cristales en la parte trasera, (que fue un punto irrenunciable en el desarrollo de la versión global del Cube pese a tener un coste productivo sustancialmente mayor) permite
mejorar enormemente la visibilidad trasera y resulta de gran ayuda en las maniobras, en especial en las de aparcamiento en paralelo.
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El portón trasero es de apertura lateral para facilitar siguiendo el esquema de una nevera y cuenta con tres posiciones de apertura fijas, lo que facilita las operaciones de carga o descarga en lugares estrechos donde no sea necesario abrir completamente la puerta.
El interior del Cube ha sido concebido para proporcionar relajación además de espacio práctico a sus ocupantes. La arquitectura curvada del interior es perfectamente visible en el salpicadero, con un diseño en ola y una sección central donde se alojan los mandos del equipo de sonido y de la climatización.
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Los asientos se han diseñado para que resulten lo más envolventes y confortables posible, incluida
la banqueta trasera deslizante de tres plazas, tratada en un estilo de sofá-lounge. La banqueta tiene tres posiciones de ajuste del respaldo y se puede desplazar longitudinalmente 24 cm. Está situada en una posición más elevada que los asientos delanteros para conseguir un efecto similar al de un teatro.
El Cube está disponible en dos ambientes de color diferentes; negro y beige, con
un tono marrón oscuro reservado para ediciones especiales.
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Además de la multitud de espacios portaobjetos y seis posavasos situados estratégicamente por todo el habitáculo, dispone de una serie de
ganchos y unas gomas elásticas que pueden situarse en diferentes puntos del habitáculo para sujetar objetos personales como teléfonos móviles.
Las herramientas del coche y el gato están alojados en un compartimiento escondido en el suelo situado delante del asiento posterior.
El Cube es un vehículo que acepta multitud de puntos de personalización, pero los accesorios opcionales más sorprendentes son la colección de gráficos autoadhesivos pensados para decorar la carrocería.