Redacción (Ginebra).- Parece claro que Citroën no va de farol y no tiene intención de quedarse quieta, haciendo los coches populares de siempre, mientras ve cómo las marcas premium se adentran cada vez con más descaro en segmentos en los que no se les esperaba.
Con el DS High Rider, la firma francesa no sólo anticipa el próximo compacto de lujo de su gama, sino que avisa de su potencial tecnológico al dotarlo de la propulsión híbrida Hybrid4, propia del Grupo PSA Peugeot-Citroën.
En el Salón del Automóvil de Ginebra apenas puede verse la carrocería del concept car, pero ha quedado claro que la estrategia sigue su curso inexorablemente. Y desde aquí celebramos que haya fabricantes con esta mentalidad tan transgresora.
