El sistema de tracción total permanente xDrive, gestionada electrónicamente, fue concebida para ser instalada en principio a los modelos X, los todoterrenos de BMW, para ir extendiéndose paulatinamente a otros modelos como el Serie 3, el Serie 5 y también en el Serie 7, que en el caso del 740d podrá solicitarse a partir de septiembre.
Su centralita electrónica asegura un reparto exacto de la fuerza del motor a las cuatro ruedas, determinado en función de las condiciones de adherencia de cada momento. Un embrague multidisco recibe las órdenes para distribuir el par al eje adecuado y con la proporción idónea para asegurar una tracción óptima y, con ello, mejorar la estabilidad y la maniobrabilidad.