Este año es el turno del Volkswagen Golf GTI Excessive, un apelativo que parece querer decir muchas cosas. A tenor de las características técnicas, podría decirse que este GTI tiene poco de exagerado, ya que con un mero cambio en el sistema de escape (ya quisiera el Golf R montar la doble salida que le han puesto a este concept) se ha subido la potencia a los 214 CV y el par motor a los 258 Nm, cifras que apenas varían sus prestaciones.
No importa, porque la verdadera magia de este coche está en lo que se ve. Desde el tono rojo de la carrocería («Firespark Metallic», lo llaman) que se combina con el negro brillante con el que han pintado el techo y los llamativos apéndices aerodinámicos inferiores. Entre el spoiler frontal, los pasos de rueda ampliados 30 mm por lado, los estribos laterales y el difusor posterior, se bastan ellos solos para dar un aire mucho más radical a este Golf, que no ha necesitado modificar ni uno solo de sus paneles de la carrocería para darse unos aires claramente distintivos respecto al resto de sus hermanos.El trabajo, sin embargo, no se ha acabado ahí, ya que las llantas «CH Black Edition», firmadas por el especialista BBS, dejan ver a través de sus 19″ pulgadas unos enormes discos de 370 mm de diámetro delante y 310 mm detrás, así como unas pinzas en las que se puede leer el logo «GTI /Wörthersee 2010». Cómo no, con letras rojas sobre fondo negro.
Montados sobre semejantes aros se encuentran unos neumáticos Toyo Proxes R888 de medidas 235/35 ZR 19. Se trata de unos semi-slicks, casi, casi de competición, que muchos aficionados al tuning montan en sus preparaciones.
Para que no sea dicho, en el habitáculo también se han esmerado, con inserciones de aluminio pulido que contrastan con los detalles de color negro brillante. Las alfombrillas específicas y los asientos deportivos, tapizados en ante en los laterales y con los apoyacabezas integrados.