Con el 2WD, la gama del próximo Range Rover contará con un modelo que declarará unas emisiones de CO2 de 130 g/km, gracias a la mayor ligereza y los menores rozamientos de dicho tipo de tracción.
Además de la tracción delantera, Land Rover se está concentrando en la reducción de consumos y emisiones mediante el aligeramiento del peso de sus vehículos, la reducción de fricciones y el desarrollo de propulsores más eficientes y potentes.Entre ellos debería destacar un híbrido diésel destinado a ocupar un hueco en los modelos más grandes de la gama a partir de 2012.
Sobre la plataforma de un Range Rover Sport, la firma de todoterrenos está trabajando en un prototipo denominado ‘range_e’ que monta el actual motor turbodiésel 3.0 TDV6, asociado a un cambio automático ZF de 8 velocidades.Los objetivos son conseguir una autonomía de más de 30 kilómetros usando el potencial eléctrico emitiendo sólo 100 g/km de CO2, así como alcanzar una velocidad máxima de cerca de 200 km/h.