Allí, alejado de los ojos de sus progenitores, el «hatchback» nipón es despojado de sus entrañas, empezando por el original boxer 2.5 de cilindros opuestos.
Desmontado sin piedad, el tetracilíndrico japonés de aluminio vuelve a ser montado, pero esta vez con el mimo que sólo el proceso manual puede prometer, usando piezas diseñadas bajo los estándares del preparador inglés. La experiencia en Fórmula 1 es la que dicen utilizar, especialmente en piezas como los pistones, que son ahora más ligeros y generan menos fricciones.Bielas específicas de acero de alta resistencia y rodamientos especiales de Cosworth redondean un escenario mecánico en el que incluso los tornillos de la culata, la junta multiláminas y la bomba de aceite, de mayor presión, han sido concebidos para hacer frente a los nuevos requerimientos mecánicos.
El culpable que ha hecho necesarias todas estas modificaciones es el turbo, con el sello Cosworth, en el que el compresor de nuevo diseño y la válvula de descarga contribuyen al incremento de la potencia. Para los que no leyeron la noticia previa, una mención: estamos hablando de 400 CV a 5.750 rpm, que hacen parecer modestos los 300 CV a 6.000 rpm de la versión de serie.
Para alcanzar este nivel de potencia también se han optimizado (es decir, ensanchado) los conductos del colector de escape y, de paso, la forma de los silenciosos, más grandes, permitirán distinguir a este Cosworth Impreza aunque vayas por la calle escuchando tan contento tu iPod.Vamos a imaginar que en vez de escucharlo desde fuera, lo estamos conduciendo. En ese caso, habrá que tener en cuenta que el par de 542 Nm (aquí no ha habido cambios) se transmite a las cuatro ruedas, aparentemente, a través de la misma caja de cambios manual de 6 relaciones. De hecho, las relaciones de transmisión se mantienen sin cambios. Ahora bien, las tres marchas superiores tienen sincronizadores de carbono, los recorridos de la palanca se han acortado y el embrague monodisco es más duro.
La tracción total permanente seguirá siendo uno de los valores del Impreza, que cuenta con una distribución de la fuerza 50/50 entre ambos ejes en condiciones ideales de adherencia. La transición entre un eje y otro es variable de forma continua, gracias al diferencial central de acoplamiento viscoso.Y qué decir del bastidor… La base, como en todo lo demás, es la de serie, pero los chicos de Cosworth cogieron el teléfono y marcaron el prefijo internacional 0049, el de Alemania. Entre Bilstein para los amortiguadores y Eibach para los muelles, se ha bajado la altura del eje delantero 10 mm y, ya que estaban, han mejorado exponencialmente (según parece) el comportamiento al límite del compacto japonés, a la vez que se han conseguido respetar en cierto modo un mínimo de comodidad para el uso diario. Esto último, con todos los respetos, no nos lo creemos.
Cosworth también ha delegado en el asunto de los frenos, que en el CS400 van firmados por AP Racing. Ni cortos ni perezosos, esta gente ha montado unos discos ventilados de 355 mm delante, a los que han enfrentado unas pastillas más grandes a través de unas aparentes pinzas de 6 pistones. El juego del eje trasero, así como el sistema antibloqueo ABS, no se han tocado.Si por casualidad te cruzas con uno de los 75 ejemplares que verán la luz, todos ellos con el volante a la derecha, lo distinguirás muy fácilmente. Quizá el símbolo de Cosworth en la parrilla inferior, pinzas de freno delanteras, asientos delanteros deportivos y alfombrillas puedan parecer poca cosa.
Incluso el certificado numerado de autenticidad es más una gracia para enmarcar en el despacho de cada propietario. Sin embargo, las llantas ‘Pro Race’ de 18″, acabadas en antracita, no deberían pasarte desapercibidas.Su desplazamiento, de 43 mm (12 mm menos que las llantas del STI) incrementan sensiblemente las vías de ambos ejes, que pisan el asfalto con unos Michelin SP3 de medidas 245/40 R 18.
El precio de este especial modelo será, en el Reino Unido, de 49.995 £ llaves en mano, unos 59.500 € aproximadamente.