©Renault
París (Francia).- Los altos cargos de las empresas de coches deben creer que somos tontos y no nos damos cuenta de sus verdaderas intenciones cuando lanzan determinados modelos.
Por un lado tenemos el Renault Twingo, un coche que en su segunda generación ha dejado de lado el aspecto peculiar de su carrocería monovolumen para convertirse en un automóvil más convencional, pero más urbano.
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Por el otro, a los chicos de la Régie les da por crear un coche descapotable, con techo rígido, como mandan los cánones actuales, partiendo de la plataforma del Clio. ¿Por qué?
Dicen que está pensado para gente joven a la que le gusta disfrutar de la conducción a su modo.
Sin embargo, ahora mismo resulta fácil imaginar a algún jerifalte francés saliendo de una importante reunión con la sonrisa en la cara y las canas al viento pensando «Me he salido con la mía…».
Sea como fuere, es de agradecer que de vez en cuando las marcas dejen un poco de lado los altos volúmenes de producción y se atrevan a lanzar productos como éste, en los que valores como el placer de conducción adquieren su interpretación más abstracta.
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El Renault Wind atesora algunas características que lo convierten en un modelo único en su especie. Coches biplaza no hay demasiados en el mercado; con el techo abierto, menos aún; si vamos a marcas generalistas (es decir, con un precio más o menos razonable) nos quedamos casi solos y, si obviamos el veterano Opel Tigra y al icónico Mazda MX-5, que midan menos de 4 metros sólo nos queda este pequeño descapotable francés.
Respecto a éstos, el Wind tiene una destacada ventaja, aparte de la lógica de ser un coche más moderno. Se trata del techo, que para desaparecer de la vista utiliza un sistema pivotante, más sencillo, ligero y rápido que los tradicionales.
Y por si esto fuera poco, no invade el espacio del maletero, de modo que si las maletas te cupieron por los pelos en Vigo, cuando llegues a Cádiz podrás lucir palmito antes de entrar en el hotel.
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Antes de eso, sin embargo, habrás podido gozar con las bondades de un bastidor que la gente de Renault Sport Technologies ha calcado del Clio R.S. Si puede sin problemas con los 200 CV del Clio más radical, el 1.2 TCe 100 y el 1.6 16V de 133 CV deberían ser pan comido. En cualquier caso, la plataforma ha sido convenientemente reforzada para compensar la ausencia de techo rígido.
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Los 3,83 metros de longitud de este coupé-roadster han sido dotados de una identidad propia dentro de la gama Renault, tanto por fuera como por dentro, donde presume de un salpicadero de diseño exclusivo.
Hay un «pero» que hacerle al Renault Wind: en julio estará disponible en el Reino Unido y en Eslovenia, pero al resto de mercados europeos no llegará hasta septiembre. Bueno, esperaremos al próximo verano para disfrutarlo al sol…
