Es de suponer que la «T» viene por el turbo, un componente que se está extendiendo por todos los segmentos y que hasta ahora en los rallies sólo estaba autorizado en los WRC.
La base mecánica del Citroën DS3 R3 es la versión con el prolífico motor 1.6 THP de 150 CV, equipado con turbocompresor e inyección directa de combustible, la misma utilizada en la serie limitada DS3R.
En esta ocasión, la potencia se ha subido hasta los 210 CV, un incremento poco llamativo al lado de los 350 Nm de par que es capaz de entregar esta preparación. Para hacerse una idea, estamos hablando de los niveles de un buen propulsor diésel de dos litros.
No ha sido cuestión de magia, sino de sustituir pistones, bielas, cigüeñal, volante de inercia y electrónica de serie por otros más acordes con el uso para el que se ha concebido el DS3 R3. El turbo (con la brida en 29 mm de diámetro) y el escape son también específicos, mientras que el catalizador es similar al usado en el C4 WRC. Para aguantar la entrega de fuerza de este nuevo motor y mejorar el rendimiento en carrera, se le ha acoplado una caja de cambios semiautomática de manejo secuencial.El bastidor ha sido también modificado, con unas suspensiones regulables que permiten ajustar el comportamiento del coche a las características del terreno.
El equipo de frenos cuenta ahora con pinzas de 4 pistones delante y de dos pistones detrás, con discos delanteros de 330 mm de diámetro en la configuración de asfalto y 300 mm si se va a competir en tierra. El eje posterior se conforma con discos de 300 mm y un freno de mano hidráulico.