©Cochesafondo
Redacción.- Esta bestia que muy pronto traeremos a la sección de pruebas de Cochesafondo cambió de un plumazo una larga tradición en la división de altas prestaciones de BMW, que hasta su aparición se había dedicado a fabricar motores atmosféricos para coches con estricta tracción trasera.
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La repentina aparición se hizo consciente de que un cambio de estas características exigía no quedarse en medias tintas, y se colocó debajo de su enorme capó un nuevo propulsor V8 bi-turbo de 4.4 litros e inyección directa de gasolina que entrega la friolera de 555 CV y un par máximo de 680 Nm sostenido entre las 1.500 rpm y las 5.650 rpm.
Si a eso le sumamos el reglaje específico del sistema xDrive concebido para no desperdiciar ni una gota de energía del propulsor, tenemos una máquina muy difícil de catalogar. ¿Puede un auténtico M circular a tanta distancia del asfalto?
