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Barcelona.- Nissan se ha decidido a
reposicionar la oferta del Murano en el segmento de los SUV grandes con la llegada de un imprescindible motor diésel específicamente concebido para el mercado europeo, que también ha propiciado pequeñas
modificaciones en el frontal del vehículo.
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A partir de septiembre estará disponible esta primera variante diésel en la historia del modelo, lanzado en 2003 en Estados Unidos. Aunque no se trata de un propulsor nuevo, Nissan ha
revisado a conciencia el conocido bloque de cuatro cilindros y 2.5 litros e inyección directa common-rail, que ahora entrega 190 CV -por 171 CV de la versión anterior- y un par motor de 450 Nm disponibles desde antes de las 2.000 rpm.
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Las modificaciones han intentado
compatibilizar el aumento de las prestaciones con un mayor refinamiento de marcha y una reducción importante de las emisiones que permitieran adaptar el propulsor con la normativa EU5.
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La respuesta del motor al acelerador se ha mejorado colocando un
nuevo turbocompresor de turbina variable VNT con control eléctrico en lugar de hidráulico. La sustitución de la cadena de la bomba de la dirección asistida por una correa para reducir el ruido, así como la adición de un quinto soporte de motor y el aumento del recubrimiento del compartimento del motor con materiales aislantes han permitido
mejorar sustancialmente el confort en el habitáculo.
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La necesidad de una mejor refrigeración del propulsor ha propiciado el
rediseño del frontal, que unido al sistema de regeneración de la energía de las fases de frenado y la completa optimización de la aerodinámica del Murano han contribuido a situar las emisiones de CO2 en los 210 gr/km y el consumo de carburante en los 8,0 l/100 km.
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El nuevo Murano diésel llegará con una
variante también revisada de la caja de cambios automática de seis relaciones basada en la transmisión JG disponible en varios modelos de la gama Nissan y en la que se ha prestado mucha atención a la reducción de la fricción interna. La transmisión también
incorpora el sistema Clear Neutral Control CNC, que permite un mayor deslizamiento del embrague cuando el coche está detenido con el modo Drive insertado en lugar de la posición Neutral con el objetivo de reducir la carga del motor y las emisiones.
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El
Adaptive Shift Control ASC se encarga de armonizar los cambios de marcha con el tipo de carretera por el que se circula y el estilo de conducción practicado, además de cooperar con la función de asistencia a la frenada.
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Entre el equipamiento más destacable para el Nissan Murano diésel se encuentran las
llantas de aleación de 18 o 20 pulgadas y el sistema Nissan Connect Premium, que combina un navegador por disco duro, un equipo de audio, un reproductor de DVD, un music box para almacenar música, conexión USB y Bluetooth, todo ello controlado mediante una pantalla táctil.
También estarán disponibles los cristales traseros oscurecidos, los faros bi-xenón, el cruise control, y los asientos traseros de plegado eléctrico que se pueden accionar desde el maletero. La segunda generación de la tecnología de la cámara de visión trasera añade una cámara en el retrovisor del lado del pasajero que recoge la imagen del lateral derecho del coche para facilitar las maniobras de aparcamiento.