En Brabus estaban convenidos que el Mercedes-Benz SL 65 AMG Black Series no era todavía perfecto, y por eso desarrollaron el T65 RS, una variante con nada menos que 800 CV que catapultan al vehículo de 0 a 200 km/h en unos escasos 9,8 segundos y le permiten alcanzar una velocidad máxima de 330 km/h.
Lo que ha hecho Brabus para alcanzar estas cifras es en realidad dar rienda suelta a lo que ellos denominan las «reservas de potencia» (en palabras textuales) que escondía el propulsor original del Mercedes-Benz SL 65 AMG Black Series, con la colocación de un nuevo sistema biturbo y cuatro intercoolers. El círculo se completa con un sistema de escape de altas prestaciones construido en acero inoxidable especialmente para este modelo.
También se ha modificado el mapa de inyección e ignición para coordinar la perfecta interacción de los nuevos componentes, además de asegurar que el propulsor cumple la normativa de emisiones EU4.
El resultado de todo ello son los 800 CV a 5.500 rpm y un descomunal par motor de 1.420 Nm disponible ya desde las 2.100 rpm, aunque está limitado electrónicamente a 1.100 Nm. Para acelerar los 1.795 kg del vehículo de 0 a 100 km/h se necesitan 3,6 segundos, y aunque la velocidad máxima teórica es de 330 km/h, por motivos de seguridad se ha limitado a sólo 320 km/h.
Como es habitual en Brabus, el interior del habitáculo también ha recibido importantes modificaciones, aunque la lista de opciones disponibles convierte a T65 RS en una pieza única creada a voluntad del adinerado consumidor. De hecho, una placa de acero inoxidable iluminada recordará para siempre el nombre de su afortunado propietario.