Una lectura detallada de sus características técnicas revela una construcción ligera de este propulsor, con la utilización masiva del aluminio en el bloque y en la culata. Este material mejora, asimismo, la disipación del calor generado por la combustión de la mezcla. El colector de admisión, hecho de plástico, también contribuye a reducir masa.
Bosch fabrica para Volvo el sistema de inyección directa de gasolina, que trabaja a presiones de hasta 100 bares y cuenta con inyectores de seis orificios colocados en posición vertical, centrados sobre el pistón, con la bujía justo a su lado. Con ello se ha perseguido una máxima atomización y un reparto uniforme y ajustado del combustible, con un funcionamiento óptimo especialmente en las fases de arranque en frío, en comparación con los inyectores instalados lateralmente.
El turbo y la distribución variable también contribuyen la mejora de la eficiencia ya que, según asegura Magnus Jonsson, vicepresidente senior de desarrollo de producto de Volvo Cars, esta amalgama tecnológica proporciona «una reducción del consumo de combustible y de las emisiones de escape del orden del 20 % comparado con un motor de gasolina convencional con mayor desplazamiento y potencia similar».
En el mismo sentido, Jonsson promete que «los motores GTDi proporcionan la fuerza y las sensaciones de conducción de un motor diésel moderno».Para justificar estas declaraciones, el responsable de Volvo señalaba las cifras de par homologadas para ambas versiones, que alcanzan los 240 Nm, con un pico puntual de hasta 270 Nm en el T4 gracias a la actuación de un sistema overboost.
De momento, estos dos motores estarán disponibles a partir de este otoño en el nuevo Volvo S60 y en su variante familiar, el V60. En el caso del 1.6 GTDi T3, sólo podrá adquirirse asociado a un cambio manual de 6 velocidades, mientras que la variante de 180 CV se podrá solicitar con esta transmisión o bien con un cambio secuencial Powershift de doble embrague. En cualquiera de estas combinaciones, además, se dispondrá de un botón DRIVe en el salpicadero para gestionar los dispositivos de ahorro de combustible, que con el cambio manual consiste en el sistema Start/Stop y, en el caso del automático, desconectará la transmisión cuando el conductor suelta el acelerador mientras el coche está rodando, para reducir rozamientos.