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Hace algunas semanas publicamos un vídeo inédito que mostraba un Audi A5 3.0 TDI quattro con un curioso dispositivo. Se trata de un sistema que permite inclinar el coche en las curvas hasta 5 grados en el mismo sentido del giro. De esta manera, se consigue eliminar el efecto de la fuerza lateral, que expulsa el coche hacia el exterior de la curva, con lo que se mejora la comodidad de marcha.
Puestos al habla con los responsables de la marca, nos han confirmado que a pesar de los primeros resultados obtenidos en el desarrollo de este sistema, aún es pronto para saber si finalmente se aplicará a los modelos de calle o no.
Para conseguir la inclinación adecuada, este prototipo cuenta con una cámara similar a las usadas para aplicaciones como el Audi Lane assist. Dicha cámara detecta el trazado de la carretera y en particular las curvas. El sistema también procesa la información del GPS, mientras que un software específico procesa los datos y controla el chasis activo.
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La ventaja de este dispositivo es que evalúa las curvas y elevaciones de la calzada por adelantado y puede orientar el coche hacia la curva. En Audi lo comparan con el Pendolino de primera generación, pero aseguran que se comporta de forma más suave. Al funcionar de forma variable, el sistema puede registrar exactamente el radio de la curva y responder de adecuadamente.
Tal y como puede verse en el vídeo, los tests en carretera abierta se están llevando a cabo en autopistas alemanas, donde ha mostrado ser eficaz a velocidades hasta 130 km/h.
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Michael Bär, director del proyecto “Audi Driving Without Lateral Force”, explica que la inspiración de la idea llegó del esquí: “las fotos de los esquiadores muestran muy bien las fuerzas laterales que ocurren en las curvas. También puedes ver cómo los skaters se inclinan para compensar esas fuerzas”. Bär reconoce que ahora mismo están trabajando “en un sistema basado en el mismo principio. Inclinamos de forma activa el vehículo hacia la curva para eliminar las fuerzas laterales que actúan sobre los pasajeros”.
Así, el ingeniero de Audi asegura que los que viajen en el coche ya no sufrirán las curvas. “Los coches que se inclinaban antes” dice Bär “primero tenían que medir la aceleración lateral antes de reaccionar. Como resultado, al entrar en las curvas los pasajeros sufrían la presión hacia un lado de sus asientos antes de que esas fuerzas pudieran ser eliminadas. La sensación era bastante desagradable, y a veces provocaba mareos”.
En definitiva, al eliminar las fuerzas laterales, la musculatura de los ocupantes ya no tiene que compensarlas, y el viaje se vuelve más relajado”. “Incluso hemos verificado en un estudio que se elimina el habitual mareo mientras se lee”, concluye Bär.
Aquí tienes el vídeo extendido en el que se ve cómo se inclina el Audi A5.
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