Prueba realizada por Roger Escriche
Faltan por lo menos dos años para que la futura generación de eléctricos e híbridos englobados en la marca ‘BMW i’ lleguen a algo parecido a la producción. Hasta entonces, la firma bávara seguirá apostando por lo mismo que la gran mayoría: motores diésel cada vez más limpios combinados con sistemas de eficiencia añadidos como el Start/Stop.
Hoy, las medidas que engloban Efficient Dynamics son la gran estrategia de BMW para ofrecer al consumidor productos cada vez más amigables con el medio ambiente. En Múnich también saben fabricar híbridos, desde luego, pero por ahora los han reservado para segmentos superiores y, como demuestran el BMW Serie 7 ActiveHybrid y el BMW X6 ActiveHybrid, su cometido no es solo gastar menos combustible. Al contrario, el SUV mencionado es el híbrido más potente que puede verse circulando por la calle.
En el segmento de las berlinas medias de factura Premium, las cosas siguen un curso parecido al de BMW. Ni siquiera la afición de Lexus por los híbridos les ha llevado a producir un IS con este sistema de propulsión. En su defecto, el Lexus IS 200d declara un consumo de 5,1 l/100 km con sus 150 CV, el mismo que el Audi A4 2.0 TDI de 170 CV. En Mercedes-Benz más de lo mismo: el C220 CDI BlueEfficiency de 170 CV necesita de 4,4 l/100 km a 5,1 l/100 km para moverse. Veremos qué tal le va al Serie 3 de BMW con sus 4,1 l/100 km.
Nadie duda de las ventajas de contar con un sistema de arranque y parada automáticos o una buena aerodinámica para reducir el consumo de combustible, pero está claro que no tendría sentido hablar de todo esto si no empezáramos por el principio del principio: un motor verdaderamente eficiente.
En BMW han optado para la Efficient Dynamics Edition del Serie 3 por afinar un poco más el conocido bloque de aluminio de 2,0 litros con turbocompresor de geometría variable e inyección directa common-rail con inyectores piezo-eléctricos. En lugar de los 184 CV del 320d convencional, la unidad que empuja el 320d Efficient Dynamics entrega 163 CV con los mismos 380 Nm de par motor entre las 1.750 rpm y las 2.500 rpm.
Estos 21 CV de diferencia son inapreciables hasta que no superamos las 3.000 rpm. A partir de entonces todo está un poco más vacío que de costumbre, pero antes, en los regímenes habituales de funcionamiento, el empuje de una u otra versión es poco menos que idéntico.
Esta sensación se mantiene aunque, como era lógico, las relaciones de cambio también se han optimizado para consumir menos. El indicador de marcha recomendada nos invita constantemente a engranar marchas superiores en el cambio manual a pesar del ridículo régimen de giro de motor. Si le hacemos caso, cosa recomendable en la mayoría de situaciones, acabaremos a 120 km/h con el motor a girando 1.800 rpm.
Este simple dato explica perfectamente por qué el BMW 320d Efficient Dynamics es, sin tapujos, uno de los mejores ruteros que han pasado por Cochesafondo, sino el mejor. Es cierto que no resulta fácil valorar la eficiencia de un coche durante una cesión habitual de prensa, pero no nos aventuraríamos a escribirlo si no hubieran algunos datos que permiten corroborarlo.
Por ejemplo, que el ordenador de a bordo señalaba unos relucientes 1.078 km de autonomía no al recoger el vehículo con el depósito lleno, sino 200 km después de salir del concesionario, circulando a velocidad sostenida. Otro dato: los 5,9 l/100 km de consumo medio al finalizar la prueba, que dan por buenos los 4,1 l/100 km oficiales alcanzados en condiciones ideales. Apostamos a que se podría cubrir un viaje entre Madrid y París sin reposar ni una sola vez, y lo mejor de todo es que los 163 CV siguen allí, a entera disposición del conductor.
Todo esto no es solo cuestión de motor, por supuesto. El BMW 320d Efficient Dynamics cuenta con otras ayudas para gastar menos como una aerodinámica optimizada que incluye unas llantas específicas en forma de hélice o el sistema de recuperación de energía de frenado. En ciudad, la ayuda del Start/Stop también se deja notar en cada semáforo.
La firma bávara incluso ha desarrollado un volante de inercia bimasa con péndulo centrífugo para reducir el nivel de vibraciones de un motor pensado para circular a tan bajas revoluciones. Obviando el traqueteo de la palanca de cambios durante el ralentí, lo ha conseguido.
Tanta fijación con los consumos y la eficiencia harán pensar a más de uno que estamos hablando de un microcoche. Pero no, es una berlina media. Más concretamente, es una berlina media de BMW, de pies a cabeza.
En Múnich tenían bastante claro que carecía de sentido una edición Efficient Dynamics si no era capaz de igualar en comportamiento a cualquier otro Serie 3 con unos niveles de potencia parecidos.
Incluso el motor, por muy eficiente que fuera, tenía que aportar su granito de arena al ya clásico toque dinámico de cualquier vehículo de la firma bávara, a su tracción trasera, su dirección impecable, y todo lo demás.
Afinando mucho, nos atreveríamos a decir que el tarado de las suspensiones es algo más blando de lo habitual, pero nunca lo suficiente para comprometer el aplomo en curva y el comportamiento en general. Los neumáticos de 205/55 R16 también son los mismos que se montan de serie en cualquier otro 320d.
Cabía la posibilidad de personalizar el interior del 320d Efficient Dynamics como el exterior, con esos bonitos rótulos que lo convierten en un anuncio andante. Pero eso tienen precisamente los anuncios, que si no los ve nadie no son anuncios ni son nada. Por lo tanto, el interior se mantiene invariable.
Es una mezcla muy familiar de perfección ergonómica y parquedad en detalles, cómodo delante y detrás, exceptuando el simulacro de asiento central, y con todo lo necesario en el lugar apropiado. El mando iDrive ya no es ninguna novedad, pero es justo decir que con el paso de las generaciones se ha convertido en uno de los mejores sistemas de infotaintment del mercado.
Los lectores habituales de Cochesfondo quizás hayan notado que no publicamos ninguna foto del maletero con los asientos plegados. Bien visto. No nos hemos olvidado, es que no son abatibles. Son cosas de las marcas Premium, que suelen exigir al cliente que se comporte como tal y dedique por lo menos un rato a señalar con equis unas cuantas casillas del apartado de opciones. Si no lo hacen, tienen que saber que el maletero de este 320d Efficient Dynamics se quedará en los 460 litros. Sin rueda de repuesto.
La frugalidad del BMW 320d Efficient Dynamics Edition nos ha impresionado. Habían pasado por nuestras manos en varias ocasiones vehículos que gastaban lo mismo o incluso menos que este Serie 3, pero no con su nivel de prestaciones y con un comportamiento sin peros que valgan.
Otros fabricantes quizás crean que el comprador de la versión ecológica de un determinado modelo solo piensa en gastar lo mínimo. En BMW nos han dejado claro que no, que su cliente tipo siempre tiene derecho a pasárselo bien conduciendo. Aunque igualmente quiera gastar lo mínimo.
La perfección se rozaría con un precio de salida algo menor, que en este caso se sitúa en los 36.250 €. En cualquier caso, en consonancia con el resto de competidores directos. Una ventaja importante de esta edición Efficient Dynamics es que no hará falta adquirir demasiado equipamiento extra, muy a pesar de la banqueta trasera no abatible (211,75 €). El Servotronic cuesta 278,15 €, y el techo eléctrico 1.223,86 €. El resto es equipamiento de confort puro y duro. Puede pasarse por alto pero también puede alegrar algún que otro viaje al infinito, porque como rutero, muy pocos están al nivel de este BMW 320d.