Cuando sea presentado en el Salón de Frankfurt, el Ferrari 458 Spider se convertirá en el primer deportivo con motor central trasero equipado con un techo duro retráctil. La tradición del techo de lona, que se la queden los nostálgicos.
La solución adoptada por Ferrari, con un techo duro íntegramente de aluminio, permite ahorrar 25 respecto al material textil y agiliza el tiempo de plegado a solo 14 segundos. Este componente ha sido diseñado para encajar por delante del vano motor sin comprometer la aerodinámica del vehículo, y además ha dejado un poco más de espacio detrás de los asientos para el equipaje.
Para obtener el máximo confort mientras se conduce descapotado, el 458 Spider incorpora un cortavientos de gran tamaño y ajuste eléctrico diseñado para esparcir el aire por el habitáculo con tanta eficiencia que la firma italiana asegura que permite mantener una conversación normal conduciendo por encima de los 200 km/h.
Un poco por debajo de todo esto, se mantiene intacto el verdadero atractivo del 458, el 4.5 V8 atmosférico de inyección directa que transfiere sus 570 CV de potencia a las ruedas traseras mediante la transmisión Ferrari F1 de doble embrague y a través del diferencial E-Diff integrado en el control de tracción F1-Trac y el ABS de altas prestaciones. La única variación respecto al V8 que monta el 458 Italia es su sonido, que ha sido afinado para cautivar todavía más a los ocupantes de la conducción del vehículo a cielo abierto.