La gama diésel dCi del Renault Laguna ha recibido una serie de mejoras que le permiten mejorar sus valores de consumos y emisiones. Concretamente, en 1.6 dCi 110 eco2 (de la familia K9K, fabricado en la planta de Renault en Valladolid) cuenta a partir de ahora con el sistema de recuperación de la energía en las frenadas (ESM, de Energy Smart Management), responsable según la marca francesa de una reducción del gasto de gasóleo de cerca del 10% respecto a su predecesor.
Así, ahora el Laguna berlina equipado con este motor declara unas emisiones de CO2 de 109 g/km (110 g/km en el familiar Grand Tour), equivalentes a un consumo medio de 4,2 l/100 km que autorizan una autonomía estimada superior a 1.500 km.
Más significativos han sido los cambios aplicados a las motorizaciones Energy 2.0 dCi 130 y 150 eco2 (tipo M9R), la misma familia del Energy 1.6 dCi 130 estrenado este mismo año en los monovolúmenes Scénic y Grand Scénic.
Estos propulsores, además del ESM, incorporan la función Stop & Start, un sistema de refrigeración que se activa en función de los requerimientos del motor y bomba de aceite de cilindrada variable. Gracias a ello, la reducción de consumos y emisiones se cifra en ambas motorizaciones en casi un 15%, lo que significa que el consumo medio queda en 4,5 l/100 km (0,7 l/100 km menos) tanto para el de 130 CV como para el de 150 CV, mientras que la cifra de CO2 es de 118 g/km. El consumo en el Gran Tour es de 4,6 l/100 km.