Prueba Audi A6 allroad quattro 3.0 TDI tiptronic: abriendo pista

Prueba realizada por Roger Escriche

¿Alguien se imagina un BMW Serie 5 o un Mercedes-Benz Clase E con protecciones de plástico en la carrocería, neumáticos de tacos y las suspensiones levantadas? Nosotros tampoco. Pero por alguna razón, en Ingolstadt fueron capaces de hacerlo para la carrocería familiar de su berlina de lujo, el A6.

Las marcas generalistas han plagado el mercado de versiones camperas de coches más o menos populares, aprovechando el filón descubierto por Audi en 1999 cuando lanzó su allroad, una variante del A6 Avant que seguía siendo tan lujosa como sus hermanos de gama, pero incorporaba protecciones plásticas en la carrocería, la inevitable tracción quattro acoplada a motores siempre potentes, y las no menos inevitables suspensiones neumáticas, que permiten variar la altura de la carrocería.

En aquel momento nadie siguió a la estela de la firma de los cuatro aros y, de hecho, en su segunda generación el A6 allroad quattro sigue completamente solo en su segmento, abriendo pista, a la espera de la más que probable presentación de su sucesor en el próximo Salón de Ginebra, con vistas a la comercialización en el verano de 2012. Por el camino, ha recolectado un éxito comercial nada despreciable, o por lo menos razonable para un modelo cuyos precios arrancan en los 57.500 €, que no son desde luego ninguna broma.

Las embestidas de los SUV de lujo, que compiten entre ellos tanto en potencia como en refinamiento, provocaron que en 2010 Audi dejara de comercializar el A6 allroad quattro en los Estados Unidos, un mercado siempre tan amante de los coches verdaderamente enormes. En Europa sin embargo parece, por lo menos por ahora, que el allroad tiene cuerda para rato. Alguna ventaja tendrá que tener respecto a esos mastodontes que pueblan carreteras y calles sin rubor, ¿no?

El 3.0 TDI de Audi no ha sido nunca un motor que destaque especialmente por sus prestaciones puras y duras, pero en cambio posee otras virtudes que se adaptan como un guante al perfil del A6 allroad quattro.

Se trata de un bloque en configuración V6 de 2.967 cc con inyección directa common-rail y turbo de geometría variable con intercooler que entrega unos nada despreciables 240 CV, aunque está lejos de los 313 CV que BMW ha logrado extraer del 6 en línea diésel de 3,0 litros que monta en el 535d e incluso de los 286 CV del 335d que pasó por nuestras manos.

Lo que caracteriza a este 3.0 TDI de Audi son unos masivos 500 Nm de par motor, en la variante acoplada al cambio tiptronic de 6 velocidades, disponibles desde tan solo 1.500 rpm y hasta las 3.000 rpm. Esta cantidad de fuerza permite en primer lugar aceleraciones muy destacables (necesita solo 7,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h), pero además transmite constantemente la sensación de estar circulando con un motor muy poderoso debajo del capó, capaz de moverse incluso muy rápido sin apenas esfuerzo.

Da exactamente igual que el coche vaya cargado como una mula, o que nos propongamos subir a un puerto de montaña que haría palidecer a cualquier ciclista: dejando atrás solo un ligero zumbido, el A6 allroad quattro se seguirá comportando como un verdadero coche de lujo, moviéndose al ritmo que le impongamos como si la carretera no fuera con él.

La ventaja de contar con tal cantidad de fuerza también es algo a tener en cuenta cuando salimos del asfalto y nos adentramos en terrenos un poco más escarpados, aunque la probabilidades de que el comprador tipo del A6 allroad se dedique a hacer el cafre por la montaña son reducidas. Este mismo motor ya nos pareció en su día muy apropiado para otro coche de lujo que sí puede dárselas perfectamente de todoterreno capaz, el Touareg de Volkswagen. Una mera insinuación del acelerador en mitad de una rampa será suficiente para dejar atrás el obstáculo.

En ambos casos, en carretera y fuera de ella, el perfil del motor se complementa a la perfección en este A6 allroad quattro con el tiptronic de 6 velocidades, un cambio rápido, suave, confortable y con apenas resbalamiento del convertidor de par. Todo el paquete además arroja unos consumos muy aceptables para un coche de 6 cilindros, 240 CV y que pesa casi dos toneladas (1.955 kg en vacío). Cuando se lo devolvimos a Audi, el ordenador de abordo señalaba 9,5 l/100 km de consumo medio tras 706,2 km realizados por todo tipo de vías y circunstancias del tráfico. Y cuando decimos todo tipo, queremos decir realmente todo tipo.

La mayoría de unidades del A6 allroad quattro nunca tendrán la oportunidad de ensuciar sus relucientes neumáticos con tierra, barro u otras superficies deslizantes, esto es una realidad como la copa de un pino. Su cometido principal consistirá en circular por el asfalto como un verdadero coche de lujo, que es lo que es.

Casi ni es necesario decir que, en este aspecto, el A6 allroad quattro no defraudará ni al más exigente. Nos ofrece una calidad de rodadura excepcional en la que, además, no tendremos que sufrir las casi siempre incómodas inercias de un SUV de gran tamaño (y altura).

El sistema de tracción quattro, que puede ser un buen reclamo para el que quiera adentrarse con este coche por el campo, es en realidad uno de nuestros grandes aliados en asfalto. La eficacia e inmediatez de la tracción total de Audi nos regala un comportamiento completamente asentado en curva y una agilidad que muchos coches de 4,5 metros querrían. Obviamente, nunca hay que perder de vista que lo que tenemos entre manos son 2 toneladas repartidas en casi 5 metros, especialmente si queremos forzar la entrada en un viraje, pero una vez pasado el vértice tenemos derecho a exigir lo que sea.

Todo lo dicho se mantiene a pesar de que nuestra unidad de pruebas montaba los neumáticos todoterreno opcionales Goodyear Wrangler de 245/45 R 18. Si nos decidimos por esta opción hemos de saber que no podremos montar cadenas para nieve ni sobrepasar los 210 km/h, pero más allá de estos pequeños detalles, su funcionamiento es impecable. Incluso a altas velocidades sobre asfalto no se aprecian vibraciones ni rumorosidad indeseada, y encima nos pueden dar un plus de tracción en el campo.

En circulación fuera de la cinta de asfalto, las principales (y muy lógicas) limitaciones del A6 allroad quattro son su altura libre al suelo, los recorridos de las suspensiones, y por supuesto las cotas de entrada y salida. Pero también contamos con tres ventajas importantes: las suspensiones adaptativas nos dan bastante juego si las cosas llegan a ponerse difíciles, y tenemos la garantía de una tracción quattro de impecable funcionamiento que nos permitirá afrontar obstáculos de una cierta dificultad. La tercera ventaja es sin duda el motor. El conjunto del sistema es sumamente intuitivo, claramente pensado para usuarios de carretera que puntualmente se decidan a tener una aventura. Solo es necesario subir las suspensiones para salvaguardar los bajos, acelerar y frenar. Lo demás es magia.

Por si todavía no habíamos insistido suficientemente en el tema, el Audi A6 allroad es un auténtico coche de lujo. Otras marcas Premium tratan este aspecto con una cierta distancia, pero Audi no: en la firma de los cuatro aros la elegancia y la comodidad son siempre palpables. El objetivo es que no pase un segundo sin que cualquiera de los ocupantes del vehículo sean conscientes de ello.

Podemos empezar por delante o por detrás, porque el resultado será el mismo. Un idéntico esmero en materiales y acabados que transmite inmediatamente sensación de calidad. Nada desentona, incluso las moquetas y plásticos empleados en un maletero de 565 litros que puede alcanzar nada menos que 1.660 con el respaldo del asiento trasero abatido.

La sensación de espacio es otra de las tónicas dominantes en el habitáculo del A6 allroad. A las plazas delanteras no les falta nada, y es virtualmente imposible no sentirse cómodo en ellas gracias a la infinidad de regulaciones de los asientos. Detrás la historia se repite, con espacio de sobras para piernas, hombros y cabeza, aunque como siempre el túnel de transmisión (aquí de generosas dimensiones) sea capaz de amargar el viaje al que haya sido condenado a sentarse en la plaza central.

El conjunto se redondea con un aislamiento acústico excepcional. Sí, se trata de un 3.0 V6 diésel, pero que nadie espere rumorosidad ni la más mínima vibración una vez se cierran las puertas. Solo finura y comodidad.

Si el Audi A6 allroad quattro existe, probablemente se deba al enorme prestigio del sistema de tracción total de la firma de los cuatro aros, además de la suspensión adaptativa. Por supuesto que BMW y Mercedes-Benz disponen de tracciones a las cuatro ruedas de excelente rendimiento y dispositivos de gestión de las suspensiones, pero en Audi han sabido hacer de quattro toda una filosofía de marca aplicable tanto a legendarios coches de rally como a berlinas de representación.

El resultado en este caso es un coche de lujo que en carretera evita la mayor parte de inconvenientes de los SUV y nos ofrece lo que cualquier otro A6 Avant quattro, y fuera de ella se muestra más capaz de lo que parece gracias a un eficiente sistema de tracción total.

El precio base de Audi A6 allroad quattro 3.0 TDI tiptronic es de 61.050 €, con un equipamiento de serie espectacular. No menos espectacular sin embargo es la oferta y los precios de las opciones. Tapicerías, inserciones de todo tipo y materiales, llantas, volantes, asientos, equipamiento tecnológico y de seguridad, alformbrillas, cortinillas, cristales… en definitiva, todo aquello que diferencia los vehículos de lujo de las burdas imitaciones. Y eso sin ni siquiera entrar, por supuesto, en el maravilloso mundo de Audi Exclusive.

Las llantas específicas de la unidad de la prueba con neumáticos todoterreno de 245/45R18 cuestan 1.805 €, a los que se puede sumar la protección para los bajos del motor por 385 €. Y que conste que no son las más caras.