Renault ha presentado las primeras imágenes del restyling del Mégane, su modelo de mayor tirada y que recibe mejoras especialmente en la parte baja de su gama de motores, con 3 propulsores Energy dotados con sistema Stop&Start.
La mayor novedad la representa el Energy 1.2 TCe de 115 CV, variante más potente del que probamos en el Renault Clio S y que sustituye al veterano 1.6 16v. Equipado como en el polivalente de inyección directa y turbo, además de los 5 CV extra, en el Mégane el pequeño tetracilíndrico ofrece un par máximo de 190 Nm, el 90% de los cuales está disponible desde 1.650 rpm.
La reducción de las emisiones es, en cualquier caso, el principal motivo de la integración de este TCe 115 en la gama del compacto francés, que homologa una cifra 119 g/km de CO2, equivalente a un consumo de 5,3 l/100 km, 1,5 l/100 km menos que su predecesor y que le permite recorrer más de 1.000 km sin repostar.
También ha sido renovado el motor Energy dCi 110, el de mayor demanda, que ahora incorpora la tecnología estrenada por el Energy dCi 130, con lo que su consumo se ha rebajado un 12% para quedarse en 3,8 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 95 g/km, además de ver incrementado el par motor de 240 a 260 Nm a 1.750 rpm.
El 1.6 dCi de 130 CV, la tercera novedad mecánica, sube hasta los 320 Nm de par a 1.750 rpm, mientras que el consumo, con 4,0 l/100 km (104 g/km de CO2), se reduce un 20% respecto al 1.9 dCi 130 que pasó por nuestras manos.
El nuevo Mégane aprovecha para incorporar también dispositivos como el Visio System, estrenado en los Scénic y Grand Scénic, que cambia automáticamente a las luces de posición o de carretera y gestiona la alerta por cambio involuntario de carril.
También llegan a su gama de equipamientos disponibles el sistema de ayuda al aparcamiento con cámara trasera, climatizador bizona con captador de toxicidad del aire y nuevas radios con más funciones Bluetooth integradas, control desde el volante de los dispositivos externos así como toma USB.