A medida que pasan los meses desde el lanzamiento de la actual generación del Porsche 911, denominada internamente 991, se va sucediendo la publicación de imágenes de su esperada variante Turbo, acompañadas de todo tipo de especulaciones sobre su configuración mecánica definitiva, además de potencia e incluso consumos.
En este sentido, la revista británica Autocar asegura que Porsche ha patentado un sistema triturbo que incorporaría al motor bóxer de 3.800 cc, en el que uno de los compresores serviría para alimentar los seis cilindros opuestos a bajas vueltas, y los otros dos mantendrían la construcción de geometría variable creada por el especialista Borg Warner para asegurar una entrega de potencia tan regular como contundente que caracteriza a las últimas ediciones de este modelo, con una cifra tope que puede rondar los 530 CV, unida a una significativa rebaja en los consumos.
Carlos Reig, uno de nuestros lectores más fieles, no necesitó saltar las vallas del circuito de Nürburgring para sorprender al camuflado animal explorando sus límites. Le bastó con aguzar la vista y el oído para darse cuenta de que esos cuatro aparatos negros, dos coupé y otros dos cabrio, que rondaban a finales de abril entre Tremp y Sort (carreteras C13 y N260), eran algo especial.
Nos comenta Carlos que «a pesar del camuflaje se podía observar lo ensanchada que está la parte posterior (como en todos los Turbo) dando paso a unas tomas de aire (que evidentemente no se ven en las fotos por ser todas de la parte posterior)». También explica que «aparte de detalles estéticos (luces posteriores tipo led), el alerón posterior está muy en línea con el del modelo al que sustituye«.
A pesar de que durante el tiempo que coincidió con los coches de prueba «no fueron excesivamente rápido (entre 90 y 120 km/h)», Carlos sí pudo ver que «en algunos momentos pegaron algún acelerón a fondo para adelantar a otros vehículos en el tramo entre Tremp y La Pobla de Segur» y no se podía esperar otra forma de valorar su capacidad de recuperación: «Estratosférica».
Nuestro lector tuvo incluso tiempo de comprobar como «en el tramo de La Pobla de Segur hasta Sort se apreciaba que el vehículo prácticamente no se inmutaba a pesar de los badenes que hay en esa carretera«. «De todas maneras», concluye, «en los badenes en curva sí que se notaba bailón y que se comportaba de manera un tanto aparatosa».
Respecto al sonido, un pequeño lamento: «A ritmos sostenidos llamaba la atención lo educado de la sonoridad del vehículo, en los túneles no se oía retumbar los escapes».