Las plegarias de los millones de fans del compacto de Volkswagen han tenido por fin respuesta: las siglas GTI adheridas al portón del maletero de la versión Cabriolet.
El lanzamiento del modelo marca un nuevo hito en la historia del Golf al ser la versión descapotada más potente fabricada hasta la fecha. Son 210 CV de potencia que emanan, como en su hermano con techo, del tetracilíndrico 2.0 TSI, uno de los grandes pluriempleados en la familia de motores prestacionales del Grupo Volkswagen. Con él, el Golf GTI Cabrio puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanzar una velocidad punta de 237 km/h (o 235 km/h para la variante equipada con el cambio DSG de doble embrague) a cambio de un consumo oficial combinado de 7,6 l/100 km.
La velocidad de la capota de lona es otro de los puntos fuertes del GTI Cabriolet, puesto que puede abrirse completamente en menos de 10 segundos mientras circula a un máximo de 30 km/h.
Exteriormente, el GTI Cabrio ha recibido todo lo esperable: parrilla de nido de abeja, parachoques y estriberas específicos, perfiles en color rojo, escapes cromados o un nuevo difusor trasero. Una retahíla de elementos que tienen su punto de continuidad en el equipamiento interior y el opcional, que incluye el detector de fatiga, el sistema de sonido de 300 vatios o las llantas de 18 pugadas.
El Volkswagen Golf GTI Cabrio está disponible por 35.270 €, o 37.120 € si se equipa con cambio DSG.