BMW vislumbra su futuro más sostenible con los i3 e i8 Concept

Roger Escriche.- BMW nos invitó al aterrizaje por primera vez en España los BMW i3 Concept y BMW i8 Concept, coincidiendo con la presentación de unas nuevas instalaciones de la marca en Barcelona. Los dos primeros ejemplares de la submarca creada por BMW adelantan una visión integral de la movilidad eficiente, pero también una vertiente completamente nueva de lo que hasta ahora se considera un coche Premium, cuya idea central nació hace 10 años de una pequeña frustración.

Por aquel entonces en BMW se dieron cuenta de un curioso fenómeno que estaba aconteciendo en California, en los barrios más adinerados: el de la gente rica que vivía en sus casas de gente rica, con sus piscinas y jardines de gente rica, pero que aparcado en el garaje tenían un Toyota Prius. Un coche barato. Pero ecológico.

Pues si los coches Premium no son considerados eficientes, llevémoslos donde se supone que se encuentra la eficiencia. Esta es la esencia de BMW i: modelos eficientes y también lujosos, pero de un lujo sostenible.

Los dos primeros ejemplares de esta nueva generación serán el BMW i3, un coche urbano 100% eléctrico que llegará a la producción en 2013, i el BMW i8, un deportivo híbrido de más de 350 CV de potencia para el que se han anunciado unos consumos provisionales de solo 2,7 l/100 km.

Nueva marca, nuevos clientes

Según Uwe Dreher, Director de Marketing de BMW i, las importantes diferencias conceptuales de estos nuevos prototipos y las nuevas ideas asociadas a su futura comercialización recomendaron crear una nueva submarca denominada BMW i.

BMW i es en realidad una visión integral de la movilidad sostenible. No solo consiste en emplear materiales más ligeros, especialmente los plásticos reforzados con fibra de carbono (CFRP), nuevos sistemas de propulsión, que en BMW engloban en el concepto eDrive, y nuevos sistemas de fabricación más limpios.

La firma bávara también engloba dentro de la marca BMW i otros servicios de movilidad que pretenden llegar a un sector de público que, por ejemplo, no necesita un coche cada día para sus desplazamientos. Usuarios del automóvil en general que accederán a BMW i a través de un servicio de alquiler o consumidores atraídos por las nuevas tecnologías que, quizás, ni siquiera llegarán a conducir el vehículo, sino que solo se descargarán algunas aplicaciones para Smartphone que BMW también está actualmente desarrollando. “Los que hacían cola para comprar el iPhone 5 el día de su lanzamiento”, como acertó a describir Uwe Dreher.

El concepto Life-Drive

“La sostenibilidad se ha convertido por primera vez en un concepto tan importante como el diseño o el desarrollo”, según nos explicó Manuel Satig, responsable del proyecto BMW i.

Para Satig, el nacimiento de los BMW i3 y BMW i8 se remonta al Mini E, que en 2009 se puso en manos de 40 usuarios para que evaluaran su futura viabilidad. Y los usuarios dijeron que su autonomía era demasiado escasa, aunque no la llegaran a agotar en la mayor parte de sus desplazamientos diarios.

En 2011 se presentó el BMW Concept ActiveE, con la tecnología que emplea el actual i3. Este prototipo sacó a relucir los problemas derivados de una adaptación eléctrica de un modelo de producción, y empezó a encaminar a los ingenieros de BMW hacia la arquitectura Life-Drive, algo parecido a un ordenador portátil donde la batería se coloca debajo y el habitáculo encima, con una estructura completamente separada.

El BMW i3 Concept tendrá una autonomía de entre 130 km y 160 km y podrá disponer del 80% de la capacidad de la batería tras una hora de recarga rápida. Gracias a los materiales ligeros utilizados en su fabricación, pesa 1.250 kg. Según Uwe Dreher, Director de Marketing de BMW i, el i3 será un modelo asequible a nivel de precio de compra, y previsiblemente sus versiones de acceso estarán por debajo de la Serie 5.

El BMW i8 Concept, por su parte, es un híbrido enchufable y por encima de todo un deportivo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. Monta un motor tricilíndrico de gasolina TwinPower Turbo con 223 CV y una unidad eléctrica de 130 CV. Consume 2,7 l/100 km y su autonomía exclusivamente eléctrica es de 35 km.

Según nos comentó Benoit Jacob, director de diseño de BMW i, BMW i3 y BMW i8 emplean exactamente la misma tecnología de construcción a pesar de sus diferencias de planteamiento.

El objetivo era demostrar la versatilidad del concepto Life-Drive, tan práctico para un coche urbano como para un deportivo, y destacar a través del diseño puro y duro que “fabricar un coche con fibra de carbono es muy diferente de hacerlo con acero”. En este sentido, el equipo de diseño se concentró en hacer dos coches “lo más limpios y claros posible”.

El BMW i3 explota hasta las últimas consecuencias un habitáculo extremadamente diáfano donde todo se ha simplificado al máximo para ganar en intuitividad. En él también se han empleado materiales de alta calidad, pero no de un lujo abrumador. El BMW i8, por el contrario, se resume en el concepto de “belleza responsable”, según palabras de Benoit Jacob.