El gran triunfador de la edición 2012 de los International Engine of the Year Awards tiene buenos argumentos a su favor. A pesar de que tecnológicamente no presenta grandes novedades, sí puede presumir de aglutinar en un bloque muy contenido (tres cilindros y 999 centímetros cúbicos) componentes que hasta ahora estaban reservados a segmentos superiores.
Así, además de sobrealimentación con turbo de baja inercia de la marca Continental con función ‘overboost’ y colector de escape integrado en el bloque, el pequeño 1.0 Ecoboost hereda de sus hermanos mayores un elaborado sistema de distribución variable, con doble árbol de levas en cabeza, inyección directa de gasolina de alta presión y correa de distribución bañada en aceite.
También ha sido dotado con una bomba de aceite de desplazamiento variable, controlada electrónicamente, así como un sistema de refrigeración con dos termostatos, que permite alcanzar más rápidamente la temperatura de funcionamiento.
Se han desarrollado diversas variantes de este propulsor, que van desde los 100 CV con cambio manual de 5 velocidades, hasta los 125 CV (con un par máximo de 170 Nm) asociados a uno de 6 marchas y, tras su lanzamiento en el Ford Focus, la firma del óvalo lo ofrecerá próximamente en el C-Max, B-Max, y los renovados Fiesta y Mondeo.