El nuevo Maserati Quattroporte es más grande, ligero y funcional que su predecesor, pero también esconde debajo del capó buena parte de su atractivo como berlina de lujo y altas prestaciones, tal y como saben entenderlo en Italia. Anticipando el carácter tecnológico que la firma transalpina quiere aportar a su gama de modelos, Maserati ha desarrollado dos nuevos propulsores de 6 y 8 cilindros en V con inyección directa que serán fabricados por Ferrari en Maranello.
El nuevo 3.8 V8 se propone definir los nuevos estándares de la histórica marca italiana, además de conseguir una rebaja del 20% en emisiones contaminantes. La menor capacidad en casi un litro respecto al actual 4.7 V8 del Quattroporte Sport GT S se ha compensado, en un evidente ejercicio de downsizing, por la sobrealimentación de dos turbo twin-scroll paralelos de baja inercia y la inyección directa de gasolina. El resultado son 530 CV a 6.800 rpm y un par máximo de 650 Nm entre las 2.000 rpm y las 4.000 rpm, es decir, un incremento del 18% en niveles de potencia y del 39% en par, cuyos valores máximos se pueden incrementar hasta los 710 Nm con la función overboost.
Estos valores permiten al nuevo Quattroporte alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,7 segundos, 3 décimas más rápido que su predecesor, y seguir acelerando sin parar hasta los 307 km/h. En resumen: el Maserati más poderoso de la historia solo por detrás del MC12.
Otra novedad importante en la versión V8 es que incorporará la modalidad ICE (Increased Control and Efficiency), que busca una respuesta más delicada del acelerador, anula la función overboost del turbocompresor y mantiene cerradas las válvulas de escape de la modalidad Sport hasta las 5.000 rpm con el objetivo de reducir los consumos o mejorar la seguridad sobre firmes de baja adherencia.
El nuevo V6 de 3,0 litros comparte la mayoría de componentes con su hermano mayor. Eroga 410 CV a 5.500 rpm y un par motor de 550 Nm entre las 1.500 rpm y las 5.000 rpm en la modalidad Sport. Por descontado, el Quattroporte con motor V6 también es un vehículo más ligero, a pesar de no ser precisamente un peso pluma con sus 1.860 kg en configuración con tracción trasera. Su aceleración es de 5,1 segundos para alcanzar los 00 km/h desde parado (4,9 segundos con tracción total) y alcanza los 285 km/h de velocidad máxima.
En términos de consumo, el 3.0 V6 ha homologado 10,5 l/100 km para unas emisiones de CO2 de 244 gr/km (246 gr/km con tracción a las cuatro ruedas). El V8 necesita, por su parte, 11,8 l/100 km en ciclo combinado para unas emisiones de 274 gr/km.
Todas las variantes del Quattroporte estarán equipadas con el cambio automático de 8 velocidades ZF AT8-HP70. El sistema de tracción integral, combinado con el motor V6, es capaz de mandar el 100% de la tracción sobre las ruedas traseras para pasar instantáneamente después a una distribución 50:50 entre ejes.