Que el piloto surafricano Giniel de Villiers lograra un puesto en el cajón en el Dakar 2012 fue una sorpresa relativa. No en vano, él y su inseparable copiloto alemán Dirk von Zitzewitz acumulan, además de una amplísima experiencia en la prueba, muy buenos resultados entre los que destaca la victoria en 2009, el año del accidente de Sainz cuando lideraba la carrera a pocas jornadas del final.
El coche con el que competirán en el Dakar 2013 será una evolución del Toyota Hilux del equipo Toyota Imperial South Africa, mientras que sus compañeros Duncan Vos y Rob Howei repetirán con una unidad 2012 que el año pasado les permitió acabar en décima posición.
Para la prueba que se disputa en Perú, Argentina y Chile se ha montado en ambas unidades un motor V8 Toyota de gasolina de 5 litros de cilindrada, con bloque y culata de aluminio y especificaciones de Grupo N (prácticamente de serie), en lugar del V8 4.6 del pasado Dakar. Es 40 kg más pesado, ya que cuenta con distribución variable para las válvulas de escape y las de admisión, y los árboles de levas estas últimas están gobernados por sendos motores eléctricos. El sistema de refrigeración, basado en el del Toyota Land Cruiser, está montado en posición trasera.
Dotado con acelerador electrónico, al sistema de admisión se le ha instalado una brida de 36 mm en lugar de 35 mm como hasta ahora, ya que al incrementarse el peso del conjunto el coche ha subido una categoría (hasta 1.975 kg, con dos ruedas de repuesto en la zona posterior) en el reglamento del Dakar. Gracias a ello, se alcanza una potencia máxima cercana a los 350 CV (255 kW), aunque donde el equipo considera que se ha ganado más es en la entrega de par motor, diferencia especialmente perceptible a la hora de afrontar dunas.
La potencia se traslada a las cuatro ruedas mediante una caja de cambios secuencial Sadev de 6 velocidades, construida según las especificaciones marcadas por Toyota Motorsport. La carrocería se ha elevado 300 mm y la suspensión tiene un recorrido limitado a 250 mm en cada rueda, controlado por unos amortiguadores Reiger, mientras que el sistema de frenos se ha confiado a un equipo de discos ventilados de 320×32 mm con pinzas de 6 pistones en las cuatro ruedas firmado por el especialista surafricano Power Brake. Los neumáticos, por su parte, son de Michelin.
El cableado ha sido puesto a punto por la propia Toyota Motosport, que ha diseñado por ordenador y producido a mano 450 metros de cables especialmente preparados para soportar las altísimas temperaturas (170ºC) que se generan bajo el capó. La implicación de la casa madre también ha afectado al sistema de escape, hecho a mano en sus talleres.
El proyecto Dakar de este equipo empezó a tomar forma a finales de 2011, y su primera participación el año pasado fue todo un éxito. Se trata de un programa pensado en el que el objetivo es alcanzar la victoria en esta carrera de aquí a 2015. El Hilux se beneficia de una evolución constante, fruto de los 7.000 km de test que llevan a cabo durante el año, repartidos entre pruebas internas y participaciones en carreras del Campeonato de Suráfrica de Todoterreno, en el que la organización les permite competir con especificaciones Dakar.