©Cochesafondo
Las marcas lo tienen cada vez más claro: moda o no, los coches todoterreno gustan, y mucho, de modo que el que no tenga en su gama un modelo que ofrezca esa imagen de coche alto y robusto que los caracteriza, están perdiendo una parte importante del pastel de ventas. Y no están los tiempos como para ir regalando nada.
Tan claro está que gustan como que raros son los que alguna vez pisan el barro. Por eso los fabricantes cada vez tienen menos reparo en ceñirse a lo puramente estético, que es el argumento que de verdad vende en estos coches. Eso explica por qué Renault no tiene, al menos de momento, intención de contar con versiones de tracción total del Captur, un crossover que aprovecha la plataforma de la cuarta generación del Renault Clio (pero alargada y con vías más anchas) para, sin perder su carácter urbano, ofrecer una silueta más distintiva en una carrocería algo más larga (4,12 m) y bastante más capaz.
A primera vista, lo que distingue al Renault Captur es la altura (200 mm de distancia con el suelo) y, al menos en las unidades expuestas en el Salón de Ginebra, la gran cantidad de detalles personalizables. El comprador puede elegir entre múltiples combinaciones de colores para carrocería y techo, con las llantas a juego, decoraciones específicas para el techo y varias terminaciones para las molduras. Por dentro, se podrá elegir entre 4 tapicerías estándar (para las versiones básicas) y 8 desenfundables (dependiendo del nivel de equipamiento serán opcionales o de serie).
Y es que, además de jugar con la individualidad, un aspecto en el que parecen haber seguido con buen criterio los pasos dados por la gama DS de Citroën, han querido sacar provecho de su experiencia explotando las posibilidades del habitáculo. El asiento trasero, por ejemplo, se desplaza longitudinalmente 160 mm para incrementar el volumen del maletero (entre 377 y 455 litros) o el espacio para los ocupantes; y, delante del asiento del acompañante, lo que uno se encuentra no es una guantera al uso, sino todo un cajón de 11 litros de capacidad (lo llaman “Easy Life”).
El Renault Captur es, por otro lado, el primer modelo que estrena el sistema de conectividad R-Link de Renault ya de forma completamente operativa. Frente a los dispositivos ya conocidos que integran el equipo de sonido, manos libres, el navegador e incluso información del funcionamiento del vehículo y del tipo de conducción, el sistema de “infotenimiento” de la firma del rombo añade la preparación para conectarse a internet y, con ello, consultar el correo (siempre con el vehículo parado), descargar aplicaciones.
 |
 |
 |
La gama de motores será inicialmente modesta, con dos opciones de gasolina (TCe 90 con cambio manual y TCe 120 con cambio EDC de doble embrague) y otra diésel dCi 90 en la que se podrá optar entre uno u otro tipo de transmisión.
