No es la primera vez que Renault aplica sin ningún recato tecnología directa de la Fórmula 1 a un vehículo de calle, es imposible olvidar el Renault Espace F1 con el motor 3.5 V10 de 820 CV del Williams FW15C. Si en aquella ocasión la operación de marketing contribuyó a reforzar su liderazgo en el segmento de los monovolúmenes, esta vez tocaba hacerlo con su vehículo eléctrico más urbano. Tiempos obligan.
El Renault Twizy RS F1, que se presentará en el Salón de Barcelona, ha sido creado por Renault Sport con la ayuda de Renault Sport F1 y de Renault Sport Technologies. El espectacular prototipo presume de parentesco con los monoplazas de la categoría reina del automovilismo gracias a sus neumáticos slick procedentes de la Fórmula 2.0, el espectacular trabajo aerodinámico realizado en fibra de carbono y un difusor que incorpora una luz de lluvia de la Fórmula Renault 3.5, pero la clave del experimento tecnológico es el KERS (por las siglas en inglés de Sistema de Recuperación de Energía Cinética) que, este sí, procede directamente de la Fórmula 1.
Gracias al KERS, la potencia del Twizy se multiplica por seis de forma instantánea y alcanza cerca de 100 CV, lo que permite acelerar de 0 a 100 km/ en un tiempo similar al del Mégane RS, unos 6 segundos. El sistema consta de un motor-generador eléctrico unido directamente al árbol motor, unas baterías de iones de litio específicas y un módulo de control que se encarga de gestionar la transferencia de energía. De esta forma, el Renault Twizy RS F1 cuenta con dos motores eléctricos, el original del Twizy 80 que desarrolla apenas 17 CV y el del KERS, que aporta 80 CV durante un máximo de 14 segundos.
Naturalmente, las fases de desaceleración del Twizy no son las mismas que las de un monoplaza de Fórmula 1, de forma que son incapaces por sí solas de recargar la batería del KERS. Para ello, los ingenieros de Renault han modificado el sistema para que obtener energía del motor principal, con lo que el conductor puede gestionar el KERS de forma autónoma.
La conexión del KERS, capaz de girar a 36.000 rpm, con el motor principal, con un régimen de giro máximo de 10.000 rpm, y el diálogo entre ambos ha sido el mayor reto en el desarrollo del Twizy RS F1. Un reductor con ratio de desmultiplicación de 3.6 es el encargado de la delicada sincronización.
El volante procedente del Fórmula Renault 3.5 es la guinda del proyecto Twizy RS F1. A través del mismo se puede regular mediante una rueda de 6 posiciones la entrega de potencia del KERS, que se realiza presionando simultáneamente las dos levas situadas detrás del volante.