Cuando pase el verano y volvamos a ponernos a trabajar, unos, los más, recordaremos los buenos momentos en el chiringuito junto a la playa. Otros, en cambio, tendrán que enfrentarse a una difícil decisión: ¿carrocería corta o larga con tracción total 4Matic?
Estas son las dos principales opciones (la carrocería larga con tracción trasera sólo se producirá con volante a la derecha) que presenta Mercedes-Benz para la variante más potente de su modelo de mayor representación, el Clase S 63 pasado por las manos de la gente de AMG y cuyas ventas comenzarán a partir de septiembre de 2013.
Ya se sabe que si en la carrocería de un Mercedes aparecen esas tres letras, cuando levantes el capó encontrarás un propulsor especialmente poderoso, y este caso no iba a ser la excepción: un bloque V8 de aluminio montado a mano en las instalaciones de AMG, con sobrealimentación biturbo y 5,5 litros de cilindrada al que, por esas cosas que tiene el márketing, también se le puede poner la etiqueta BlueDIRECT que llevan las mecánicas con equipamiento de reducción de consumos y emisiones de la firma de la estrella, como la inyección directa o la función de parada y arranque ECO (el Stop&Start que llaman la mayoría).
©Mercedes-Benz
Los datos de referencia, en cualquier caso, son los de la potencia y el par motor, con 585 CV a 5.500 rpm (41 CV más que su predecesor) y 900 Nm entre 2.250 y 3.750 rpm respectivamente, que permitirían lanzar los casi 2.000 kg de masa de cualquiera de las tres variantes hasta bien por encima de los 250 km/h, si no fuera por esa ancestral costumbre de limitar la velocidad electrónicamente en ese punto. Lo que no se limita es la aceleración, que en el 0-100 km/h marca registros de entre 4,0 segundos para el tracción total y 4,4 segundos el tracción trasera.
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El sistema de tracción a las cuatro ruedas del S 63 4Matic es específico para este modelo y distribuye el par motor entre el eje delantero y el trasero en una proporción de 33% a 67%. Para enviar parte de la fuerza del motor a las ruedas delanteras cuenta con una caja de transferencia integrada en la caja de cambios, una automática de 7 velocidades Speedshift MCT AMG común para todos los Clase S 63 AMG.
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Para meter en cintura, dentro de lo posible, el potencial del propulsor, el S 63 AMG 4Matic contará con el chasis deportivo AMG Ride Control, que integra la gestión de la suspensión neumática Airmatic con la amortiguación adaptativa ADS Plus, así como unas cotas específicas en el eje delantero (con mayor caída para las ruedas) y una barra estabilizadora más gruesa y soportes más rígidos en el trasero. Para el S 63 AMG con tracción trasera, el chasis deportivo se basa en lo que la marca denomina Magic Body Control, capaz de anticiparse a las irregularidades de la calzada gracias a la cámara integrada en el Road Surface Scan, con lo que la suspensión variar su dureza de forma anticipada.
Opcionalmente, además, estará disponible un equipo de frenos cerámicos con discos de material compuesto.
