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A estas alturas nadie duda ya de que si hay una marca generalista que ha sabido convertir unas siglas en sinónimo de potencia en su máximo esplendor, ésa ha sido Opel.
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Cuando se ven las letras OPC, acrónimo de Opel Performance Center, en el portón de uno de sus modelos, no importa que sea el Corsa, el Astra o incluso el Zafira, lo que está claro es que bajo su capó nos vamos a encontrar un motor muy, pero que muy potente.
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En esta ocasión, Opel se ha hecho esperar para presentar la versión OPC del Insignia, que adoptará los cambios incorporados tras el restyling de su modelo de mayor representación (entre ellos una suspensión trasera revisada), además de los propios que se corresponden con las intenciones que se le suponen a un vehículo de más de 300 CV.
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Y es que son nada menos que 325 CV de potencia y 435 Nm de par motor los que ha extraído la firma alemana del bloque 2.8 V6 turbo que ya dio buenas impresiones en la prueba que hicimos del Insignia de 260 CV con tracción 4×4 y cambio automático.
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En esta ocasión, la tracción a las cuatro ruedas apoyada en un sistema Haldex y en un diferencial autoblocante electrónico también es obligatoria para mantener bajo control semejante caballaje, que se podrá gestionar con un cambio manual de 6 velocidades u, opcionalmente, se podrá elegir el automático Active Select con convertidor de par y levas en el volante por unos excesivos 3.065 euros.
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Y es que Opel, que presentará la versión más radical del Insignia durante el próximo Salón del Automóvil de Frankfurt, que abre sus puertas al público del 12 al 22 de septiembre de 2013, ya permite configurar en su página web el OPC, que en carrocería de 5 puertas costará 43.980 euros, mientras que el familiar Sports Tourer saldrá por 45.900 euros.
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A cambio de tales importes lo que se tendrá a cambio será un coche muy prestacional, en el que se podrá solicitar quitar el límite de velocidad de 250 km/h de serie, con lo que puede alcanzar los 270 km/h (265 km/h el Sports Tourer).
