Porsche sorprendió a propios y extraños hace ahora 3 años y medio cuando presentó en aquel Salón de Ginebra el 918 Spyder. Aquel biplaza abierto con motor en posición central delante del tren trasero fue uno de los concept cars más llamativos de aquella edición del salón suizo y, tal fue la aceptación del prototipo, que Porsche anunció meses después su producción en serie.
Aunque la marca se ha asegurado de que no nos olvidáramos de este coche en estos años, ha pasado mucho tiempo, quizá demasiado. El suficiente para que otros fabricantes adelantaran al Porsche 918 Spyder y su propuesta de superdeportivo híbrido enchufable. Nos referimos a LaFerrari y el McLaren P1 que, aunque no son plug-in, sí se habían adelantado en el objetivo de convertirse en el primer coche híbrido de altísimas prestaciones en ver la luz en su forma definitiva. Y además, con un equipo propulsor más potente que el anunciado para el biplaza alemán.
Porsche no podía dejar pasar semejante afrenta y, visto el resultado final, la espera ha merecido la pena. Si del prototipo presentado en Ginebra en 2010 anunciaban un motor V8 de más de 500 CV derivado del 3.4 usado en el RS Spyder de competición, más dos eléctricos que sumaban 218 CV más, para la versión definitiva el V8 de gasolina, con 4.593 cc de cilindrada, es capaz de alcanzar los 608 CV a 8.700 rpm, mientras que los propulsores eléctricos, alimentados por una batería de iones de litio refrigerada por agua y ubicada tras la estructura de carbono del habitáculo, han visto incrementada su potencia hasta los 286 CV.
La cifra de potencia máxima combinada final es de 887 CV, mientras que el par motor varía entre 917 y 1.280 Nm dependiendo de la marcha insertada del cambio PDK de doble embrague, con 7 velocidades. La transmisión forma un conjunto con el bloque V8 y uno de los motores del módulo híbrido; el otro motor eléctrico, en cambio va montado sobre el eje delantero, al que envía potencia a velocidades inferiores a 235 km/h, lo que convierte al Porsche 918 Hybrid en un biplaza abierto con tracción total.
En modo totalmente eléctrico, la velocidad máxima es de 150 km/h, una cifra muy seria que, sin embargo, parece una broma al lado de los 345 km/h de punta absoluta que han registrado. No menos respetables son los datos de aceleración: desde parado, alcanza los 100 km/h en 2,8 segundos; los 200 km/h en 7,7 segundos; y los 300 km/h en 22,0 segundos.
Y si las cifras de prestaciones son impresionantes, las de consumos y emisiones son simplemente increíbles: entre 3,0 y 3,3 l/100 km y entre 70 y 79 g/km de CO2 respectivamente, tal y como habían prometido. Lo mismo que la autonomía en modo eléctrico, que se extiende entre 16 y 31 km dependiendo de las condiciones de uso.