El Serie 6 siempre lo ha sido, lo mismo que en su día Serie 8, el tiempo que estuvo en el mercado. Pero para que el resto de la gama de BMW fuera también coherente, había que separar líneas: el hedonismo por un lado y el pragmatismo por el otro.
Tras el largamente anunciado lanzamiento del BMW Serie 4 que, para entendernos, es lo que toda la vida del señor habían sido las versiones coupé y cabrio del Serie 3, ahora le ha llegado el turno al BMW Serie 2, cuya carrocería coupé llegará al mercado a partir de marzo de 2014. Que a nadie le quepa duda de que no mucho después verá la luz su homólogo descapotable.
De esta manera, la gama de acceso al fabricante bávaro divide su oferta en dos modelos, con el Serie 1 manteniendo las carrocerías de 3 y 5 puertas, para dejar que sea el Serie 2 el que cumpla la función de satisfacer a quienes busquen un coche con más… “estilo y dinamismo”.
Como quiera que sea que lo quieran llamar, lo cierto es que mientras el Serie 4 no disimula demasiado el modelo del que deriva, en el Serie 2 han optado por dotarlo con un frontal con una personalidad propia y estéticamente más acertada.
Pese a ello, si hemos de hacer caso de lo que explica la marca, además de otros rasgos distintivos obvios, como la carrocería de tres volúmenes (con un maletero de 390 litros), o el haber desarrollado un interior de cuatro plazas, BMW ha configurado unos tarados de suspensión específicos para su nuevo coupé, que se beneficia asimismo de la tracción trasera (un respiro, en espera de la siguiente generación…) y de una gama de motores que dejará a un lado las variantes más modestas del Serie 1.
Para empezar, el 220i Coupé es el primer compacto de BMW que monta el motor TwinPower Turbo de gasolina de cuatro cilindros que entrega 184 CV gracias a la combinación de la inyección directa con un turbo tipo Twin-Scroll, la regulación variable de las válvulas Valvetronic y la distribución variable doble-Vanos. Poco después llegará el BMW M235i que, efectivamente, será del tope de gama (los de BMW M Performance tienen la culpa de ello), y no solo por el empuje de los 326 CV de su motor de 3,0 litros y seis cilindros en línea, sino también porque contará con diferencial autoblocante mecánico.
La oferta diésel contará con diversas variantes del mismo bloque tetracilíndrico de 1.995 cc: 143, 184 y 218 CV para el 218d, 220d (llegará a la vez que el 220i) y 225d Coupé respectivamente, que a grandes rasgos se distinguen por la presión a la que trabaja el sistema de inyección directa common-rail (entre los 1.600 bares del 218d y los 2.000 bares del 225d) y por la sobrealimentación, que de un turbo de geometría variable en los dos primeros pasa a dos turbinas, también de geometría variable, una pequeña para bajo régimen y otra de mayor tamaño que se activa en las siguientes fases de aceleración. El BMW 225d Coupé es el único unido de serie al cambio automático de 8 velocidades, opción para el resto que contarán con un manual de 6 marchas.