Es de imaginar que en el departamento de marketing de Audi habrá habido muchos quebraderos de cabeza en los últimos meses. Después de que aquel exclusivísimo Audi A1 quattro de 256 CV dado a conocer hace tres años pusiera patas arriba todo el segmento de los deportivos más pequeños, desarrollar un coche un poco –no mucho- más civilizado como es el Audi S1, con “apenas” 231 CV, tenía que ser pan comido técnicamente. Lo sabremos cuando llegue a los concesionarios, durante el segundo trimestre de 2014.
Lo que ya no resultaba tan sencillo era la elección del nombre. ¿Tan importante es ese detalle? Pues si uno echa un ojo a las redes sociales encontrará no pocos aficionados al mundo del motor a los que les suene a herejía que el nombre que marcó un antes y un después en los rallies sea ahora el mismo que lucirá un coche con mucho nervio, sí, pero pequeño, urbano y bastante lujoso. Es decir, muy poco que ver con su predecesor.
Pero por mucho peso que se le quiera dar a la historia, en este caso podría decirse que ahora lo verdaderamente importante es lo que el nuevo Audi S1 aporta al mundo del motor hoy.
Lo primero, ya está dicho: un motor 2.0 TFSI de 231 CV de potencia y 370 Nm de par máximo en una carrocería de menos de 4 metros, sea con las tres puertas del Audi S1 o con las cinco del Audi S1 Sportback, y de aspecto mucho menos radical que el del Audi A1 quattro.
Este propulsor, de inyección directa de gasolina y turbocompresor, va asociado de serie a una caja de cambios manual de 6 velocidades con la que se consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos en el Audi S1, una décima más en el Audi S1 Sportback. La velocidad máxima es de 250 km/h.
La transmisión de la potencia llega a las cuatro ruedas de la mano del sistema de tracción total quattro. Como en todos los Audi con motor transversal, la tracción a las cuatro ruedas se confía al acomplamiento Haldex, basado en un embrague multidisco de accionamiento electrohidráulico que conecta las ruedas traseras cuando las delanteras van a perder tracción.
Cuenta además con un sistema de control de estabilidad ESP con funciones suplementarias, como el denominado bloqueo electrónico de diferencial, que frena las ruedas interiores en caso de patinamiento al acelerar.
La suspensión también ha recibido un tratamiento específico, con tarados más duros, nuevos cojinetes de pivote en eje delantero y un tren trasero de cuatro brazos que reemplaza a la barra de torsión común al resto de la familia del Audi A1. El bastidor se completa con unos neumáticos 215/40 R 17 (225/35 R 18 opcionales) y, en el caso de los delanteros, ocultan unos discos de freno de 310 mm de diámetro. Si se quiere presumir de pinzas de freno rojas con el logo S1, habrá que pagar por ellas.
El Audi S1 estrena los faros delanteros xenón plus y luces traseras LED de nuevo diseño horizontal.