Resulta difícil innovar en la organización de una prueba con tanta tradición como el Rally Internacional de Coches de Época Barcelona-Sitges, que el fin de semana del 21 y 22 de marzo de 2015 celebraba nada menos que su 57ª edición.
Casi seis décadas organizando un evento automovilístico en el que los vehículos participantes, coches y motos, debían haber sido construidos antes de 1928. Por eso se decidió renovar la junta directiva de Foment de Sitges, entidad que promueve diversas actividades culturales lo largo del año relacionadas con dicha localidad, y que desde septiembre de 2014 preside María Marín, que sucede en el cargo a su padre Tony Marín, que mantiene otras funciones.
Gran conocedora de la prueba, del que ha formado parte integrante del comité organizador los últimos años, Marín ha afrontado el reto de dotar al Rally Barcelona Sitges 2015 de mayor dinamismo y atractivo para el público, y fomentar asimismo la participación de gente más joven, para lo cual, entre otras iniciativas, ha impulsado la actividad en las Redes Sociales.
«Cada vez más, los nietos están heredando los coches de época de sus abuelos y aprovechan la oportunidad para participar en este evento, como es el caso por ejemplo de Robert Ricardo, que a sus 19 años ya puede presumir se haber hecho el trayecto Barcelona-Sitges conduciendo un Rolls-Royce Phantom I de 1917», asegura Marín, que en su estreno al frente de la prueba ha recibido una buena valoración general por parte de los participantes.
«A falta de analizar más profundamente las encuentas que les hemos realizado, la sensación es muy positiva», comenta la presidenta, satisfecha porque, al contrario que la pasada edición, «el tiempo acompañó el domingo, lo cual ha permitido una alta asistencia de público». María Marín ha señalado además la gran labor de los 15 voluntarios que han formado parte del equipo, «cuya ayuda resulta imprescindible para que todo salga bien».
Como es tradicional, los alcaldes de Barcelona y Sitges, Xavier Tries y Miquel Forns, dieron el banderazo de salida el domingo por la mañana a la caravana del Rally Barcelona Sitges 2015, formada por 60 coches y 13 motos, en la Plaza de Sant Jaume de la Ciudad Condal. Desde ahí partieron rumbo a Sitges por las calles de Ferran, Las Ramblas, Plaza de Catalunya, Ronda Universitat, Ronda Sant Antoni, calle Sepúlveda, Paral·lel, Plaza España y Gran Vía, hasta tomar la autovía C-31, que les llevaría a afrontar la tortuosa (y preciosa) carretera de las Costas del Garraf.
Frente a las ediciones anteriores, en las que el trazado recorría diversas localidades de la comarca del Baix Llobregat, en esta ocasión se optó por ir por la autovía para que el trayecto fuera más rápido. De ese modo, en la llegada a Sitges el público podría admirarlos a una hora más temprana y durante más tiempo que de costumbre. Así pues, tras hacer escala en el Puerto de Aiguadolç a las 12, los participantes llegaban finalmente al paseo al Paseo de la Ribera donde quedaban expuestos toda la tarde.
Esta era otra de las novedades señaladas, ya que la zona de La Fragata, habitual punto final del Rally, esta vez servía de punto de referencia para que el jurado del premio a la elegancia tuviera ocasión de juzgar a los participantes mejor vestidos para la ocasión, posando junto a su vehículo frente a un photocall.
Este año los ganadores fueron los ocupantes del Hispano Suiza de 1907 de Albert y Ramon Buxeda, mientras que el premio infantil fue para los más jóvenes del vehículo Citroën Torpedo de 1924 de José Mª Ferraz. Se ha entregado un premio especial en memoria de Gemma Toscas a Jordi Ferrer, con un Rochet Schneider de 1908.
En cuanto a los vehículos, el premio al mejor coche dentro de la categoría I (automóviles hasta 1908) fue para el Peugeot 1907 de Serge Rinero; el Garaje Terramar, con un Hispano Suiza de 1914, ganó el premio en la categoría II (de 1909 a 1914); en la categoría III (de 1915 a 1920) se impuso el España de 1917 de Mercè Freixa; y el Rolls Royce Phantom I de 1917 de Robert Ricardo se llevó el premio de la categoría IV (hasta 1928). Este año, segundo consecutivo en el que volvían a participar las motos, se incorporó una categoría específica para ellas, en la que la Zundapp K500 de Eulogi Garcia se llevó el primer premio.