SEAT tendrá su SUV de 7 plazas
Cuando en el Salón de Ginebra de 2015 el stand de la marca española mostraba un concept car llamado SEAT 20v20, lo primero que tuvieron que hacer los responsables de la firma fue marcar distancias entre ese SUV de gran tamaño y el que anunciaban que vería finalmente la luz: el SEAT Ateca.
Estéticamente, el SUV compacto de SEAT ha seguido fielmente los trazos que anticipaba el prototipo, pero desde el principio quedaba claro que ese coche de salón tenía unos aires de coche grande que no se correspondían con las ambiciones de la marca. No se puede negar que, aunque el Ateca está resultando todo un acierto, a quienes vimos el concept en directo en un principio nos supo a poco, más aun si tenemos en cuenta que el Skoda Kodiaq sí cumplía con los pronósticos.
Pues, después de ver cómo está funcionando el SEAT Ateca, y tras haber anunciado a bombo y platillo el SEAT Arona (el SUV pequeño, que el público tendrá ocasión de ver por primera vez en el Salón de Frankfurt 2017), Luca de Meo, presidente de SEAT, ha confirmado que sí, que se ven vendiendo un SUV del segmento D con versiones de 5 y 7 plazas a partir de 2018.
Las razones de ello son varias: para empezar, como decía, el subidón de autoestima que ha supuesto el SEAT Ateca para la marca. No es un simple «porque yo lo valgo», sino una realidad que se ampara, por ejemplo, en los seis meses de lista de espera por determinadas versiones de este modelo, con el que han dado un importante salto de imagen.
Otro motivo es que tras la desaparición del SEAT Exeo, la marca no contaba con un coche en su catálogo que les aportara ese margen extra que solo los modelos con mayor valor añadido pueden ofrecer. Si a eso le añadimos que en el Grupo Volkswagen ya cuentan con una plataforma modular MQB A2 utilizada en otros SUV (como es el caso del Kodiaq, primo y rival de referencia sin duda), los costes de desarrollo se minimizan bastante, lo que va en favor de la rentabilidad del futuro SUV español (aunque será fabricado en Wolfsburg).
Finalmente, y aquí hay que extender una razonable sombra de duda, el ciclo de vida del SEAT Alhambra está cerca de su fin. Igual que sucedió con el SEAT Altea cuando llegó el Ateca (los SUV están cumpliendo hoy con el rol de los monovolúmenes…), ¿qué mejor forma de reemplazarlo que utilizando el concepto de moda?