El pasado mes de diciembre el Trofeo Andros 2017 llegó, una vez más, a la pista del Circuit d’Andorra, en Pas de la Casa, donde volvieron a verse las espectaculares carreras sobre hielo y nieve de un certamen considerado como la Fórmula 1 de esta especialidad.
A pesar de que en los últimos tiempos han dejado de aparecer nombres míticos muy habituales del campeonato como Alain Prost u Olivier Panis, lo cierto es que el nivel de los pilotos especialistas se mantiene y el espectáculo de la prueba se mantiene intacto.
El Trophée Andros lleva nada menos que 29 temporadas celebrándose. Los circuitos más elevados de Francia acogen año tras año este certamen que solo sale de Francia -y solo un poco-, para aterrizar en el trazado de Andorra.
Una de las claves del campeonato es la estabilidad de su reglamento, ya que durante mucho tiempo los coches se mantienen con pocos cambios técnicos. La categoría principal se disputa con los silhouettes, prototipos de 1.030 kg de peso (con piloto incluido) con chasis multitubular sobre el que se monta una ligera carrocería de fibra plástica. El motor es un 3.0 V6 atmosférico que entrega 340 CV, se asocia a un robusto cambio secuencial Sadev de 6 velocidades, y el coche cuenta con sistema de tracción total y dirección a las cuatro ruedas, sobre las que se montan neumáticos de nieve y hielo con 250 clavos.
Este año, además, se celebra la décima edición del Trophée Andros Electrique, categoría específica para los Andros Car, coches eléctricos de carreras. Este certamen pionero (la Fórmula E comenzó en 2014) cuenta con unos ligeros prototipos (800 kg) construidos por Exagon Engineering, que pone sobre la pista vehículos de tracción trasera con motor de 122 CV de potencia y 200 Nm de par, alimentados por una batería de ion/litio de 320 v y que mantienen la adherencia en los deslizantes trazados gracias a unos neumáticos de 400 clavos.
Una de las grandes novedades del Trofeo Andros, que no pudo verse todavía en la cita andorrana, será el Silhouette de 4 ruedas motrices y 100% eléctrico. Construido también por Exagon Engineering y desarrollado por el veterano piloto francés Franck Lagorce, este coche eléctrico se medirá a los tradicionales vehículos con motor térmico.