Los conductores que a finales de los ’90 soñaban con un coche de aspecto deportivo y a la vez asequible tenían al pequeño Ford Puma como una de sus escasas posibilidades.
Con pocos rivales en el mercado, aquel coqueto coupé basado en el Ford Fiesta consiguió hacerse un nombre pero, por lo que fuera, comercialmente no acabó de brillar y, tal como llegó, acabó desapareciendo de la oferta de la marca americana.
Así, cuando la marca anunció que iba a reutilizar ese nombre no pocos nos quedamos sorprendidos. Hasta que uno ve en qué se ha convertido esta segunda generación y empieza a atar cabos.
El nuevo Ford Puma llega a finales de 2019 y recupera gran parte de la filosofía del original, dándole sin embargo el formato adecuado a las exigencias del cliente del siglo XXI.
Esto significa que Ford ha vuelto a crear un coche de dimensiones compactas, ideal para un público que se mueve sobre todo en el ámbito urbano, pero esta vez con un diseño crossover, a medio camino entre aquel diminuto coche de aspecto deportivo –del que hereda algunos trazos- y los SUV de ahora.
No en vano, estos coches son una solución estéticamente muy apreciada y, a la vez, resuelven las necesidades de movilidad con soluciones prácticas. Basta comparar el Ford EcoSport con el Ford B-Max, sin ir más lejos.
Por eso no es de extrañar que se hayan convertido en la alternativa “pasional” a los pragmáticos monovolúmenes.
En esta ocasión, además, Ford parece haber querido dejarlo todo bien atado. Para empezar, presumen de que la atractiva carrocería del nuevo Ford Puma, desarrollada como su predecesor sobre la plataforma del nuevo Ford Fiesta cuenta con soluciones de almacenaje que le permiten ofrecer la mejor capacidad de carga de su segmento.
El maletero, de configuración flexible y portón con apertura manos libres opcional, dispone de 456 litros de volumen que se adaptan a usos de lo más variado.
Un Ford Puma con vocación eficiente
Luego está la oferta de motores, en la que el reconocido 1.0 EcoBoost avanza un nuevo paso con la microhibridación. Denominado EcoBoost Hybrid, este tricilíndrico de gasolina se ofrecerá en dos niveles de potencia: 125 y 155 CV y cuenta con una hibridación suave (mild hybrid).
Este sistema de hibridación suave (mild hybrid) se distingue por reemplazar el alternador y el motor de arranque convencionales por un arrancador-generador de 11,5 kW accionado por correa (BISG, lo llaman).
Su principal característica es el aporte de hasta 50 Nm suplementarios en determinadas circunstancias de conducción. Con ello, se ha podido reducir la relación de compresión del motor de gasolina y añadirle un turbo más grande sin sufrir un mayor retraso en la respuesta del mismo.
El resultado de estas medidas se encuentra sobre todo en la mejora de los consumos y emisiones de CO2 de hasta un 9%. De ese modo, la versión de 125 CV declara una media de consumos y emisiones de 5,4 l/100 km y 124 g/km respectivamente, y de 5,6 l/100 km y 127 g/km para el 155 CV.
También se ofrecerá un 1.0 EcoBoost convencional de 125 CV, que homologa 5,8 l/100 km y 131 g/km, y que igual que los EcoBoost Hybrid monta un sistema de desconexión de uno de los tres cilindros que se activa en momentos de poca demanda de potencia.
Más tarde llegará una motorización diésel con cambio automático de 7 velocidades.
Tecnología a la última
El nuevo Ford Puma también se beneficiará de los últimos avances en sistemas de asistencia a la conducción desarrollados por la marca. Equipado con doce sensores, tres radares y dos cámaras, este SUV podrá contar con control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales o centrado de carriles, además de la función de aviso de peligros locales gracias al módem interno FordPass Connect.
De hecho, en la lista de equipamientos anunciada por la marca, es difícil echar de menos algún dispositivo que todavía sea poco común en segmentos superiores. Active Park Assist con estacionamiento perpendicular, sistema de información de puntos ciegos con alerta de tráfico cruzado, el asistente precolisión o el freno postcolisión, asistente de maniobra evasiva o incluso la alerta de dirección prohibida…
En definitiva, toda una batería tecnológica para prevenir accidentes o mitigar sus efectos que, sobre el papel, hacen del Ford Puma uno de los coches más seguros de su segmento.
Incluso han ido un paso más allá: el nuevo SUV del segmento B de Ford cuenta con instrumentación totalmente digital, con una pantalla configurable de 12,3 pulgadas.